TURF l Temporada de invierno en el Gran Hipódromo de Andalucía Javier Piñar Hafner

"En Andalucía hay afición, pero hacen falta propietarios"

Este domingo comienza una nueva temporada de invierno en el Gran Hipódromo de Andalucía Javier Piñar Hafner. Hasta mediados del próximo mes de febrero, la actividad del turf nacional se trasladará por completo al majestuoso recinto de Dos Hermanas, cuyo meeting, por segundo año consecutivo, será organizado al completo por Sevilla Turf, asociación que ha dado vida durante décadas al hipódromo de Pineda y a la que la Apuesta Mutua Andaluza (AMA) se encomendó para, tras varias malas experiencias en el pasado, relanzar las carreras de caballos en Sevilla.

-El invierno es ya, indiscutiblemente, para Dos Hermanas.

-Este hipódromo es el que mejor está acondicionado para albergar carreras cuando llega el peor tiempo. Ahora que remite temporalmente la actividad en La Zarzuela llega nuestro momento, y este año lo hacemos doblemente ilusionados. Después de la magnífica temporada pasada, cuyo balance no pudo ser más satisfactorio, nos hemos subido el listón un par de palmos y estamos seguros de que lo vamos a superar.

-En el plano deportivo, desde luego, igualar lo ofrecido el año pasado ya sería importante.

-Si entonces pudimos disfrutar de caballos de la calidad de Trueno Negro, Bollinger, Alternative, Dr. Garrido y Buxo, entre otros, estoy convencido de que este año el nivel va a ser igualmente alto, porque el turf español va a más. Sin embargo, nuestros esfuerzos se centran principalmente en publicitar la vertiente social de este espectáculo, en hacer saber a los sevillanos que en el área metropolitana existe este hipódromo con una oferta lúdica muy variable para todas las edades. Con el argumento de ver las carreras, el hipódromo es una opción muy interesante para pasar el domingo con los familiares y los amigos.

-59 caballos inscritos para la primera jornada. ¿Son menos de los esperados?

-Cuando comprobamos el número de matrículas iniciales, nos asustamos porque se quedaba un programa corto. Sin embargo, a última hora se han reenganchado varios caballos, que hacen que la participación sea aceptable. Los preparadores y los propietarios afincados en Madrid aprovechan el receso de La Zarzuela para dar descanso ahora a sus caballos, aunque estoy convencido de que a partir de enero empezarán a bajar muchos más. Afortunadamente, la cabaña del pura sangre en España es cada vez más amplia -hay cerca de 2.000 ejemplares en entrenamiento- y no todos se han ganado ya el pienso, por lo que no creo que la participación vaya a ser un problema.

-Madrid es y será el motor.

-La gran asignatura pendiente del turf en Andalucía, donde sí hay una afición muy arraigada, es que hay pocos propietarios que, además, tienen pocos caballos. Lamentablemente, no hemos avanzado en ese aspecto, que es muy importante. Aquí hacemos demasiados números. En Madrid, en cambio, los buenos aficionados son más lunáticos y tienen menos reparos en montar una cuadra entre varios, que, al fin y al cabo, no sale tan caro.

-Corre el rumor de que dejará su puesto al frente de Sevilla Turf.

-Así será al final de esta temporada. Ya se lo he anunciado a mi junta, y dentro de no mucho se elegirá a mi sucesor. Llevo doce años como presidente y, pese a que el trabajo está encarrilado, creo que esta asociación ya necesita a una persona cuya principal ocupación sean las carreras de caballos, algo que yo no puedo asumir por mis obligaciones profesionales y personales.

-¿Qué necesita el turf, al margen de tiempo, para recuperar el lugar importante que tuvo en este país hace unas décadas?

-Lo peor ya está pasado, pero aún queda por dar el paso fundamental: establecer una fuerte apuesta externa común para toda España, que permita jugar desde cualquier punto del país a las carreras que se estén celebrando en un hipódromo. Así es cómo funciona el turf en los países en los que es una industria que mueve muchísimo dinero. Agustín Aulet, presidente de la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar, está haciendo un enorme esfuerzo por establecer lo que podría ser el marco legal, porque todos estamos convencidos de que el futuro pasa por ahí.

-¿Se puede ser optimista sobre el hipódromo de Mijas?

-Ése es un problema muy serio. Frank Mani heredó una empresa deficitaria y ha puesto dinero e ilusión por reflotarla, pero parece complicado si no cuenta con patrocinadores ni con el apoyo de su ayuntamiento. Cerrar un hipódromo es algo gravísimo, y más aún si se aspira a una apuesta externa que obligaría en pocos años a que hubiera carreras todos los días.

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