Cajasol-regal barcelona

Aquiles vence siempre (64-71)

  • Reedición de los anteriores envites con el Barça, compitiendo y perdiendo. Navarro despertó para sentenciar

En la famosa aporía o paradoja de Zenón de Elea, el gran Aquiles es derrotado en una carrera por una tortuga a la que da algo de ventaja a la salida. El argumento, grosso modo, se centra en que una persona no puede recorrer un estadio de longitud, pues primero debe llegar a la mitad, antes a la mitad... y así sucesivamente hasta el infinito. Efectivamente, es una falacia y en la realidad ni se plantea que el guerrero pierda con el pausado animal.

En el baloncesto, a grandes rasgos, suele ganar el bueno al menos talentoso. Ni aporía, ni sofisma, ni paradoja, ni nada: tercer enfrentamiento del curso contra el Barcelona y tercera derrota para el Cajasol; por mucho que el equipo de Plaza sea un rival incomodísimo para el actual campeón de la Copa del Rey, la victoria siempre es catalana.

Huy, casi, cerca... son palabras muy pronunciadas por los jugadores cajistas cuando se les habla de sus encuentros con los azulgrana. Ahí se han quedado en una terna de ocasiones y ya no volverán a cruzarse esta campaña con ellos, salvo que la trayectoria siguiera siendo exitosa para los sevillanos, se colaran en la fase por el título y se vieran de nuevo las caras.

En mala hora llegó el Barcelona para romper la mágica cifra de nueve encuentros consecutivos sin que ningún visitante profanara San Pablo. Ese récord no alcanzó la decena y tampoco hay que justificar el tropiezo en la ausencia, obviamente esencial, del francés Kirksay. El Cajasol luchó con uñas y dientes contra un gigante y de nuevo cayó por menos de 10 puntos, un logro para cualquier oponente que se encuentra con el Barça en su camino.

Navarro, horrible en el tiro de fuera (2/11 en triples), dejó lo mejor de su repertorio para el cuarto final, con nueve puntos de los 16 de su equipo. También subió la intensidad defensiva el conjunto foráneo en esos 10 minutos y, además, se vio favorecido por un arbitraje malicioso al inicio de dicho periodo. Sancionaron los colegiados con cuatro faltas seguidas, la segunda y la tercera del gran Calloway casi incluidas, en dos minutos a los locales, significando cinco ataques consecutivos para los azulgrana con triple de Lorbek de remate: 54-58 y el base cajista, al banquillo.

Castigó Plaza a Miso teniéndolo ese tiempo sentado para sorpresa general -la reprimenda vino por la última posesión del cuarto anterior, cuando Miso pisó la línea de fondo con el balón en su poder- y dejando al desafortunado en ataque Ellis, que para más inri regaló una bola a Ricky para el 57-65.

La historia antes, como en las otras citas, fue apasionante, con un Barcelona nada fluido ante la pegajosa defensa hispalense. No resultó tan abrumador como en la Copa el comienzo cajista, pero sí fue siempre por delante hasta que Ndong en el minuto 9 colocó por arriba a los barcelonistas: 14-15.

El tanteo era reflejo de que Plaza, que quizás sale ganador de la batalla táctica ante Pascual al acabar los partidos con marcadores bajos, había llevado el choque a su terreno. Tampoco Mickeal, una de las principales armas visitantes sin Kirksay en escena, hizo tanto daño, excepto nada más entrar en la cancha, con cinco puntos en el periodo que abría la contienda.

Los derroteros del siguiente parcial marcharon por idéntico camino, con Miso anotando las dos primeras canastas cajistas, la segunda de ellas tras un rebote. Al primer triple de Navarro le siguió un dos más uno del escolta (18-23), pero este Cajasol nunca se rinde y menos aún en un pabellón lleno como hace años no se veía. Un mate espectacular de Calloway empató a 25 y al poco tiempo un triple del tranquilo Sastre colocó el 30-31, previo al 30-32 del intermedio.

La gente se divertía, nadie echaba en falta a Kirksay y Savanovic mantenía su rol de anotador cajista, llevando a capturar la delantera del duelo en un veloz contragolpe (40-38). El incisivo Grimau y Lakovic con un triple relanzaron a los catalanes antes de que ocurriera la pérdida de Miso al borde del final del tercer periodo y de que los árbitros menguaran con faltas las opciones cajistas al inicio del último.

La maquinaria culé, con ventajas que no bajaron de cinco puntos en los minutos finales, se encargó de controlar y salir de San Pablo tan cansado, por la retahíla de partidos y viajes que acumula, como feliz por acabar ganando, continuar su hegemonía en la ACB y desembarazarse de un rival muy pegajoso.

Algunos planteamientos filósoficos de los griegos quedan mejor en la teoría que en la práctica, pues en una pista de cerca de 30 metros de largo y 15 de ancho, los bloqueos de Morris y Lorbek, la defensa asfixiante de Ricky y Grimau, y las canastas de Navarro bien que se palpan, son hechos indudablemente irrefutables.

- Ficha técnica:

64 - Cajasol (14+16+21+13): Savanovic (20), Triguero (6), Calloway (6), Andrés Miso (9), Douglas (17) -cinco inicial-, Satoransky (-), Tyrone Ellis (-), Kirksay (-), Sastre (3), Xavier Rey (2), Radenovic (1) y Cabanas (-).

71 - Regal Barcelona (15+17+23+16): Basile (3), Ricky Rubio (3), Fran Vázquez (8), Navarro (18), Morris (5) -cinco inicial-, Lakovic (6), Trias (-), Ndong (4), Sada (0), Lorbek (9), Mickeal (7) y Grimau (8).

Árbitros: Xavier Amorós, García González y Rial. Sin eliminados.

Incidencias: Partido disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo ante cerca de ocho mil espectadores que llenaron casi al completo las gradas.

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