Poco se imaginaba el peruano Hernán Rengifo que un gol suyo en un amistoso iba a dar tanto de que hablar en España, que encara el último encuentro antes de la Eurocopa flagelándose por su sistema defensivo.

Luis Aragonés defendió a Marchena, cuyo error el sábado permitió empatar a Perú. "Él no fue el más culpable", dijo, explicando la jugada y repartiendo la responsabilidad entre todos, incluido el centro del campo. El técnico no quiere un error así en la decisiva Eurocopa, por eso encendió la luz de alerta. "Hay que saber competir", insistió el seleccionador en el estigma indefinido con el que desde hace un tiempo se justifica todo lo malo en el equipo. Luego, Aragonés teorizó un poco más: "El problema es que cuando estamos todos delante del balón, a veces nos cuesta demasiado bajar, nos cuesta que el equipo se junte". Eso le preocupa especialmente ante el rápido contraataque ruso.

Más allá de los centrales, el seleccionador apunta a la responsabilidad del pivote defensivo, el medio centro, el tradicional cinco que juega por delante de la zaga. "Tiene que ser mentalmente rápido. En ese puesto hay que ser tácticamente bueno para cubrir a los laterales que suben. Sobre todo, con Ramos, que se va arriba y a veces hay que frenarle", dijo.

El técnico confiaba para esa posición tan importante en Albelda. Iba a ser el guía, la bisagra de un equipo que se va demasiado alegremente al ataque. Pero sus problemas en el Valencia imposibilitaron su presencia en Austria y Suiza. Aragonés se encomendó entonces a Xabi Alonso, Senna y el novato De la Red. Tras lo visto en la hierba, no parece claro quién será el titular, pero Aragonés sí lo tiene ya perfilado en su cabeza. "Yo ya tengo decidido quién jugará".

Rengifo ha provocado la obsesión de España con la defensa. Aragonés, tras ver a Grecia en 2004 e Italia en 2006, se ha dado cuenta de que atrás está el secreto para llegar lejos en la Eurocopa: "El cero en la portería es clave para llegar lejos".