El ciclista de Euskaltel-Euskadi Mikel Astarloza, que el pasado viernes fue suspendido provisionalmente por la Unión Ciclista Internacional (UCI) tras dar positivo en un control antidopaje efectuado el 26 de junio, proclamó ayer que es "inocente" y recalcó no haber tomado "nada prohibido".

"Yo sé que no he tomado nada prohibido y lo digo con rotundidad. No he tomado nada prohibido", indicó Astarloza, que aseguró que descubrirá "cueste lo que cueste" el origen de "este supuesto resultado positivo".

El corredor pasaitarra, animado por los numerosos aficionados que le apoyaron en su comparecencia, entre ellos su compañero Ametz Txurruka o el ciclista de Astana Haimar Zubeldia, explicó que "hay indicios para dudar de la credibilidad" del análisis realizado, aunque no desveló a qué se refería ya que quiere hacerlo en el "momento idóneo".

Astarloza añadió que pese a que "el daño ya está hecho", está "completamente seguro" de su "inocencia" y explicó que "nunca he estado bajo sospecha", ya que considera que recurrir al métodos de dopaje es todo un "suicidio deportivo".

"Nunca he estado bajo sospecha ni por parte de la UCI ni por parte del equipo, y mis parámetros biológicos han sido siempre correctos. Si hasta la implantación del pasaporte biológico era un sinsentido recurrir a métodos ilegales para mejorar el rendimiento deportivo, ahora es una locura", agregó.

El corredor, que tocó la gloria tras imponerse en la decimosexta etapa del pasado Tour de Francia que acababa en Bourg St. Maurice, también quiso explicar que cuando recibió la llamada del inspector de la UCI el viernes pasado por la mañana se pensó que se traba de "una broma", y contactó con Igor González de Galdeano, director y ex corredor del equipo vasco, y Guillermo Cuesta, médico de la entidad, para aclarar lo que había sucedido.

"El punto más importante de esto es mi palabra. Sé que es muy complicado que creáis en mi inocencia, pero lucharé por esclarecer todos los hechos hasta el final y esa es mi única obsesión. Por eso no me escondo y doy la cara. Soy inocente y se me acusa de un delito que no he cometido", concluyó el ciclista vasco, que pese a que el contraanálisis pueda demostrar su inocencia, aseguró que ha "perdido la fe en el sistema".