La participación española en el Masters concluyó con sabor agridulce. Si Sergio García terminó su actuación con un +8, situado al cierre de esta edición en la trigésima segunda posición provisional, Rafa Cabrera Bello logró la hazaña de acabar con un meritorio +4 en su debut en Augusta, decimonoveno provisional.

Sergio García concluyó en la octagésima edición del Masters, primera gran competición de la temporada de golf, firmando 71 golpes en la cuarta y última jornada del torneo (+1), haciendo un total en las cuatro jornadas de 296 (+8).

El castellonense, número 15 del escalafón mundial, comenzó de un modo óptimo el torneo con una primera vuelta de 69 golpes (-3), aunque luego sucumbió al fuerte viento con dos rondas, en la segunda y tercera jornada, de 75 (+3) y 81 (+9).

Sí se redimió en la jornada final el golfista de Castellón al entregar una tarjeta de 71 (-1). Empezó con bogey al 1 y doble bogey al 5, pero se recuperó con cuatro birdies, en los hoyos 8, 9, 13 y 16.

Con mejor balance finalizó Rafael Cabrera Bello, que sacó nota en su estreno en el Masters. El golfista grancanario acabó con una tarjeta de 292 golpes (+4) después de sumar terminar la jornada con 70 golpes (-2), su mejor tarjeta, habiendo completado dos bogeys en los hoyos 5 y 12, dos birdies en el 2 y el 9 y un eagle en el hoyo 13.

El grancanario, trigésimo tercero del mundo, había acabado con +2 la primera jornada del torneo tras acumular cinco bogeys y tres birdies. No le fue menos propicia la segunda jornada, en la que Cabrera Bello concluyó con un total de +1 después de un doble bogey, tres bogeys y cuatro birdies. Algo peor terminó la jornada tercera, el sábado, con un +3 tras haber sumado dos esperanzadores birdies en el hoyo 1 y 2, aunque un doble bogey en el 5 y otros tres bogeys en el 6, 7 y 9 arruinaron su clasificación.

Al cierre de la edición de este periódico, la tabla estaba comandada con autoridad por el estadounidense Jordan Spieth, seguido del inglés Danny Willett, en la primera y la segunda posición.