El presidente del Sevilla, José María del Nido, hizo este miércoles un balance triunfal de los seis años que lleva al frente de la entidad, al tiempo que anunciaba que se fija como reto la posibilidad de ganar el campeonato nacional liguero.

El abogado recordó que, desde el año 2002, el Sevilla ha pasado de tener una deuda ruinosa de 42 millones de euros a presentar unas cuentas más que saneadas, que se apoyan en una probada solidez económica, sin olvidar el crecimiento social, y la buena situación estructural, que emana de considerar en todo momento al club como una compañía mercantil.

"Hoy el Sevilla es una empresa que forma parte del 'Top Ten' de la actividad económica andaluza. Facturamos 90 millones de euros  y aspiramos, más pronto que tarde, a superar los 150 millones de euros de facturación que provoquen que seamos una de las empresas más potentes y sólidas del deporte español". En este punto, desveló que para tener esos 150 millones sería preciso que el equipo se clasificara dos años seguidos para la Champions.

"El Sevilla está considerado como una empresa representativa del engranado social de Sevilla, Andalucía y España; y como tales exigimos y como tales nos comportamos", espetó. Por supuesto, Del Nido no se olvidó de los triunfos deportivos de estos años, con cinco títulos conquistados, pasando de luchar por la salvación a instalar al equipo en la "esfera" de los 70 puntos en Liga. "Ése es el objetivo ambicioso que siempre nos marcamos".

El dirigente no dudó sobre la meta que se fija. "Nunca prometo títulos, lo que sí digo es que el Sevilla aspirará a ganar la Liga. Ya en si lo conseguimos o no influirán muchas circunstancias. Ése es mi mayor reto". 

Por ello mismo, destacó la competitividad de la plantilla. "Que sea mejor es muy difícil, sí va a ser igual de competitiva, pero no sólo esta temporada que viene, también las cinco siguientes que estaré de presidente", afirmó, dado que aún le resta un lustro más de mandato.

Y es que Del Nido no piensa todavía en el relevo. "Llevo 2.140 días al frente de la presidencia del Sevilla y aún me quedan cinco años de mandato, plazo más que suficiente para conseguir los objetivos marcados: la remodelación del Ramón Sánchez Pizjuán, la nueva ciudad deportiva, la elevación de los fondos propios al doble y la consolidación de nuestro equipo entre los cinco mejores del fútbol nacional. Se me antoja tan largo el plazo de cinco años que no me he planteado ni irme entonces ni continuar", reconoció. 

El presidente se sabe avalado por haber alcanzado, en estos seis años "más títulos que en los 97 años de historia" anteriores del club, además, de cinco clasificaciones europeas consecutivas. Tampoco se arredró al pedírsele que resumiera en una frase este periodo. "La ambición y el éxito han marcado nuestro trayecto en los últimos años, sin ambición no habrían existido éxitos".

El rector nervionense destaca que esa consolidación económica del Sevilla que, insiste, valora por encima de cualquier otro éxito en estas seis temporadas, fundamenta la labor hecha en el terreno meramente deportivo. "Le hemos dado la vuelta a la entidad como a un calcetín. Luego, están los éxitos deportivos, pero basados en la gestión económica, porque un éxito deportivo efímero es, a la larga, un fracaso. Un éxito continuado es consecuencia de haber sabido hacer las cosas paso a paso".

También admitió que fracasos ha tenido "muchos" aunque, por supuesto, lo que más lamenta "y por lo que lo cambiaría todo" es la desaparición del malogrado Antonio Puerta.

Por último, le envió un mensaje de futuro al sevillismo. "Tengo la misma ilusión que el primer día que llegué a la presidencia, me siento como un niño con zapatos nuevos. Que ningún sevillista abrigue la duda de que, bajo la presidencia de José María del Nido, seguiremos aspirando a cosas. El día que piense que lo mejor no sigue estando por llegar dejaré paso a otro que, sin duda lo hará mejor que yo", concluyó.