Fútbol l Primera División

El Barcelona empieza a olvidarse de la Liga

  • El Villarreal, mejor, pone en bandeja el título al Real Madrid

El Barcelona ha empezado a despedirse de la Liga y está a ocho puntos del Real Madrid tras perder ante un buen Villarreal, en un partido en el que la tripleta Ronaldinho-Eto'o-Henry fracasó con estrépito y sólo pudo soñar con la remontada en los minutos en los que Iniesta y Xavi, autor del gol, se echaron el equipo a sus espaldas.

Los azulgrana no estuvieron a buen nivel, nunca tuvieron opciones de llevarse el partido. Sin la profundidad del lesionado Messi, Rijkaard decidió darle otro aire a su dibujo táctico, pero tampoco estuvo lúcido con su planteamiento. Puso a Ronaldinho de media punta, por detrás de Eto'o, mientras que Henry jugó por la izquierda.

El Villarreal pobló el medio campo, pero no dio apenas sensación de peligro. Un remate de Matías Fernández fue lo único ofrecido por los de Pellegrini en la primera media hora. El Barça tenía el control, pero se enredaba; los castellonenses lo confiaban todo a alguna genialidad de Matigol o alguna jugada de Guille Franco. Y el mexicano fue el factor desequilibrante. En el minuto 31 sacó provecho de las dudas de Milito y Thuram y se plantó ante Valdés, a quien no le quedó más remedio que derribarle. El penalti lo transformó Senna, sin que los locales reaccionaran de inmediato.

Con el paso de los minutos, los de Pellegrini se hicieron cada vez más con el control del partido. A 25 minutos para el final, Boja entró por Henry, pero quien siguió erre que erre fue Iniesta, que combinó con Ronaldinho para llegar a la línea de fondo y asistir a Xavi, que conseguía su sexto gol en los últimos nueve partidos.

El 1-1, en el primer remate a puerta de los locales, supuso que el Barça se apuntara a la heroica, pero fue todo fue un fuego de artificios. En una jugada por la izquierda, a nueve minutos para el final, Cazorla puso en juego a Capdevila y el lateral zurdo regaló el gol a Tomasson. El 1-2 dejó helados a los aficionados locales que entendieron que esta derrota era el principio del fin de las aspiraciones ligueras y que obliga al Barcelona a empezar a pensar en la Champions y la Copa.

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