El Bayern Múnich y el Borussia Dortmund se enfrentan esta semana al Kaiserslautern y al Wolfsburgo, respectivamente, en la última prueba antes de la final de la Copa alemana el 17 de mayo en el Olympiastadion de Berlín.

El equipo de Guardiola medirá fuerzas mañana en semifinales con el club de segunda división con el objetivo de llegar a la final y aspirar a repetir el histórico triplete de la pasada temporada cuando ganó la Copa, la Bundesliga y la Liga de Campeones.

El Kaiserslautern, que alzó la Copa alemana en 1990 y 1996, llega al Allianz Arena de Múnich después de haber conseguido eliminar al Bayer Leverkusen por 1-0 y consciente de que necesitará "mucha, mucha suerte", afirmó su entrenador, Kosta Runjaic.

"Todo el mundo conoce la frase de que en el fútbol todo es posible", indicó. Sin embargo, no se hace ilusiones. "A mi modo de ver son el mejor equipo del mundo. Si juegan concentrados al máximo, sólo hay un equipo que pueda enfrentárseles: ellos mismos", agregó.

Mientras, el actual campeón busca acallar las críticas que surgieron tras su derrota 0-3 ante el Borussia Dortmund en la última fecha de la Bundesliga. Su segunda derrota consecutiva en la Bundesliga llevó al director deportivo del Bayern Múnich, Matthias Sammer, a pedir "más responsabilidad" a los jugadores. Mientras, Guardiola reconoció haber tenido "mejores fases este año".

Paralelamente, Robert Lewandowski sueña con poder despedirse del Dortmund en una final ante su futuro club. "Sería una muy buena final", afirmó. El equipo de Jürgen Klopp recibe al Wolfsburgo tras vencer al Real Madrid y al propio Bayern.