El Bayern de Múnich, flamente campeón de la Bundesliga, se ha convertido en uno de los semifinalistas de la Liga de Campeones después de vencer en la vuelta de cuartos a la Juventus (0-2) merced a los tantos de Mandzukic y Pizarro, que calcaron el resultado que los alemanes obtuvieron en el choque de ida. 

El duelo entre la Juve y el Bayern confirmó el dominio compartido del fútbol español y alemán en la presente edición de la 'Champions'. Los de Jupp Heynckes, que recuperó a Javi Martínez para la cita pero tuvo que hacer frente a la gran ausencia de Toni Kroos, continuaron con la fiesta a costa de un rival que albergó unos cuartos de final mermado por importantes bajas. Aunque se jugaba la vida en este partido, la Juventus apenas dio sensación de querer obrar la remontada, esas que solo se ven en las grandes noches de 'Champions'. Después de una primera mitad plana y sin demasiadas ocasiones, el ambiente festivo del Juventus Stadium no fue suficiente para guiar al equipo hacia la victoria. En el minuto 64, Mandzukic dejó al público helado al firmar el tanto que dejaba a los italianos fuera de la competición y, con todo decidido, Pizarro confirmó la superioridad germana con el segundo gol.   

Como era de esperar, el conjunto de Antonio Conte comenzó mordiendo, intentando revertir ante el calor de su público un marcador en contra que le había alejado de la competición. Pero el Bayern no iba a actuar como un mero observador ante el ímpetu italiano. Mandzukic, que se perderá el primer asalto de semifinales por sanción, le dio el primer susto a Buffon, un aviso al que Pirlo respondió con un cañonazo que, sorprendentemente, detuvo Neuer con mucha clase.  Con el encuentro jugándose en el medio campo, las ocasiones claras brillaron por su ausencia. La Juve controló la posesión y el Bayern se mostró agresivo en las jugadas a la contra, pero ninguno hizo mérito suficiente para inaugurar el marcador hasta la recta final de la primera mitad. 

A falta de cinco minutos, Alaba tuvo en sus botas el primero al encontrarse un balón muerto y disparar sin piedad ante el portero italiano, que despejó la pelota con categoría. Acto seguido, Bonucci desperdició la ocasión de poner a la Juventus por delante al mandar, incomprensiblemente, el balón por encima del larguero.  El tiempo corría en su contra y a la Vecchia Signora no le quedaba otra que apurar sus opciones en el segundo periodo. Conte se desesperaba en el banquillo cada vez que su equipo llegaba a los dominios de Neuer y le faltaba puntería para encontrar el gol. Tras una buena ocasión de Quagliarella, Robben pudo sentenciar la eliminatoria con un disparo desde la frontal que acabó estrellándose en la madera.

A raíz de ahí, la Juventus fue de mas a menos mientras el conjunto alemán parecía estar cada vez más metido en el encuentro. Los italianos no encontraron a Pirlo y éste no se encontró en el partido, una sensación de impotencia que se acrecentó con el tanto de Mandzukic, que enganchó un rechace tras un remate de Javi Martínez para cabecear a gol el tanto que supuso el adiós de la Juventus y la clasificación de los alemanes. Con todo decidido, el Bayern no se conformó con el resultado y continuó acechando la meta de Buffon para poner el 0-4 en la eliminatoria. El meta italiano se lució en una de las últimas acciones para sacar un zurdazo de Robben, pero no pudo hacer nada para detener el tanto de Pizarro en el descuento, un gol que hurgaba más en la herida de la Juventus y redondeada un marcador mágico para el Bayern, que vuelve a colarse entre los más grandes de Europa.