El Betis B parece estar atravesando un pequeño bache tanto de juego como de resultados, como se comprobó en el empate sin goles ante el Lucena en un duelo en el que ambos contendientes dejaron claro que aspiran a estar toda la temporada arriba luchando por disputar el play off.

Los pupilos de Vidakovic ya acusaron las bajas de jugadores importantes en la última derrota ante el Cacereño, y ayer se volvió a notar a la hora de elaborar el juego en el centro del campo y en la falta de finalización de las jugadas de ataque. Además, los verdiblancos sufrieron demasiado en las jugadas a balón parado, como se demostró en el minuto 10, cuando Mario peinó el balón al segundo palo, tras un córner botado por Jesús Lanza, y el balón se estrelló en el larguero. A raíz de ahí, el partido entró en una fase monótona, con mucha tensión entre dos rivales que libraron una intensa lucha en el centro del campo por intentar hacerse con la manija. Nono y Álex Bernal, apoyados por Edu Alarte, no estuvieron cómodos y Sarmiento, junto con Rubén Cuesta, les ganó la partida en muchas ocasiones.

De este modo, el único que generó peligro en el bando heliopolitano fue Sergio, que en el minuto 33 le puso un centro medido a Carlos Fernández para que éste marcara a placer, pero su inocente remate de cabeza acabó en las manos del guardameta Coca.

Poco después, Sergio fue protagonista en otra llegada del filial, sirviéndole el balón a Edu Alarte de forma magistral, pero el remate del centrocampista lo detuvo Coca con una sensacional parada. Ahí murió el primer acto, pues en los últimos minutos el juego estuvo parado por un fuerte golpe que tuvo a Rubén Cuesta varios minutos en el terreno de juego.

En la segunda parte, el guión del encuentro no cambió, y las ocasiones escasearon en ambas áreas. De hecho, sólo hubo una ocasión clara para cada equipo. En el 76, Javi Lara, nada más entrar al campo, falló ante Ayala al rematar fuera con todo favor, y a poco para la conclusión, Rubén Díaz cazó un balón suelto en el área, pero su disparo se marchó alto por muy poco. Fue el punto final de un partido poco vistoso en el que ambos equipos se marcharon contentos por el punto.