Gabriel Humberto Calderón intentaba buscar explicaciones al drama vivido en el Villamarín y casi no encontraba las palabras. Aprovechó una sugerencia de un periodista para dejar un frase hiperbólica, después de reconocer que sufría un marasmo explicativo. "No lo sé explicar, no lo sé explicar..., como tú dices es una película de terror... increíble".

El argentino se agarró a una de las máximas de este deporte: "Esto es fútbol: si uno le pide al equipo que se sacrifique, que defienda y que haga ocasiones... no puedo decir otra cosa, pero las ocasiones hay que meterlas, si no metes con 1-0 estás expuesto a que te empaten y luego te ganen. Es cruel, pero es así el fútbol", dijo con resignación el técnico verdiblanco, quien descartó continuar haciendo cuentas cuando se le recordó que la salvación, a falta de siete jornadas, se queda a ocho puntos: "Los cálculos no sirven y hay que ir partido a partido. El fútbol es grande y hay que pensar ya en el próximo. Nuestro público es extraordinario, vino a respaldarnos, parecía que iban a llevarse la alegría y se llevaron este varapalo. No supimos plasmar las ocasiones y la tristeza es por ellos y por los jugadores".

"Cada vez queda menos tiempo -añadió sobre las opciones de supervivencia-. Es increíble perder este partido después de tener tantas ocasiones, pero vamos a seguir luchando contra todas las adversidades y seguir siendo un equipo digno de este club y de esta afición". Calderón quiso centrar su discurso en el horizonte inmediato y no en las matemáticas: "No podemos hacer cálculos ni mirar rivales, debemos intentar ganar e ir partido a partido. Vamos a recuperarnos, tenemos que ganar cada partido, sea el rival que sea. No hay otra opción en esta situación".

Lo que sí intentó explicar fue qué buscó con los cambios que hizo: "Cuando haces cambios y ganas el partido, se dice que los hiciste muy bien. Veíamos que estábamos creando muchas ocasiones pero no controlábamos el medio campo. Intentamos, dentro de las limitaciones, poner a Nono para compensar ese desequilibrio en el medio, no fue suficiente e intentamos otro cambio y tampoco fue suficiente".

El argentino, que quiso "felicitar a la afición y a los jugadores por su esfuerzo", analizó la crueldad del final: "Aparte de las ocasiones que no marcamos, está lo del penalti. Cuando hay tanta presión, se puede fallar. Falla el jugador que lo tira, así que no puedo decir nada. Hoy falló la definición. A partir de ahí, parece que todo está en contra y nada sale a favor".