Con un gesto en el que se unían la rabia y la satisfacción, Paco Chaparro destacó la importancia del triunfo, aunque tampoco quiso lanzar las campanas al vuelo. El trianero no quiere que nadie se relaje hasta que el objetivo sea alcanzado definitivamente.

"Nos quedan un partido o dos por ganar para la salvación y no quiero caer en triunfalismos. El adversario era bueno, pero sabíamos que tenía un partido de Champions la semana que viene y que con intensidad podríamos ganar. En la primer parte, el equipo tenía muchas dudas y se ha abierto de las dos maneras, a lo ancho y a lo largo. Estaban corriendo más que en la segunda, pero sin sentido. Estábamos mal colocados y así no se puede defender", dijo Chaparro, que analizó la otra cara mostrada tras el descanso: "Tratamos de rectificar algunas cosas y salieron. Se ha jugado más junto, entrando más duro, con anticipación y han llegado los golazos de Edu y Juanito. Son partidos emotivos que dejan una huella. No hemos dudado y se ha ido a ganar. Cuando el equipo empezó a correr e hicimos el primer gol, presentí que podíamos vencer".

Chaparro reconoció que su equipo encaró mal el partido, debido a la ausencia de lo más básico. "Este juego son tres cosas, distancia, tiempo y espacio. Si no las dominas, no juegas, y no hace falta que el contrario sea bueno para ganarte. Tras el descanso, se ha ido duro, fuerte, lo lógico de un partido de estas características", señaló el técnico, que destacó el papel de los jugadores del banquillo y del meta Casto: "Tanto Sobis como Odonkor son dos buenos jugadores y con esta actitud juegan en cualquier equipo. Lo que quiero es que sigan así. En cuanto rindan a su nivel se ponen ellos solos en el equipo. Si Casto juega bien y responde, no se le puede desilusionar y lo tengo que mantener en el once".

Por último, el técnico se refirió a la reclamación que el Betis tiene pendiente por el partido ante el Athletic y que entiende que debe seguir hacia delante: "El club debe tomar las decisiones que sean necesarias cuando se produce lo que hubo aquí. No quiero atacar a nadie... Pero se produjo algo que no debe aparecer. Sé de dónde venía, porque lo que se tramó lo vi desde abajo. Hay que llegar hasta lo último. Esos 21 minutos deben jugarse y si ganan que se lleven los tres puntos, pero en el campo. En los árbitros confío, pero se pueden equivocar igual que yo".