Después de una primera vuelta completa -21 jornadas en Segunda División- se puede decir que el Sevilla Atlético se ha convertido, por méritos propios, en el equipo revelación de la categoría. 32 puntos colocan al filial nervionense en una cómoda séptima posición, a tres puntos de los puestos de ascenso y con un enorme colchón de doce con respecto a las cuatro últimas plazas.

Desde que lograra el ascenso el pasado 24 junio frente al Burgos, nadie dudaba que el equipo dirigido por Manolo Jiménez iba a dar mucha guerra en la nueva categoría. La solidez en el juego mostrada por el conjunto franjirrojo desde que el entrenador de Arahal, ahora en el primer equipo, se pusiera al frente hace siete temporadas quedó patente en los primeros encuentros. Si algo caracteriza a este filial es que pierde muy pocos partidos a lo largo de una campaña y encaja escasos goles, y esto no ha desaparecido. Cimentado en jugadores que llevan varios años en el equipo como Javi Varas, Lolo, David Prieto o Jonathan, y apoyado en las nuevas incorporaciones que realizó el club en verano, la más destacada la del delantero Juanjo, el equipo cuajó un gran arranque y estuvo durante varias jornadas en puestos de ascenso.

Pero los movimientos en el primer equipo con la marcha de Juande y el ascenso de Jiménez sacudieron al primer filial. Fermín Galeote, hasta entonces en el Sevilla C, se ponía al frente de un equipo en la categoría de plata del fútbol español con la única experiencia de unas pocas jornadas en Tercera, aparte de sus años con el segundo filial en categorías menores. Pese a que el Sevilla Atlético ha seguido manteniendo una buena línea de juego y los resultados no han caído en picado, la era Jiménez fue mucho más productiva en cuanto a puntos. En once jornadas sumaron 20 puntos, mientras que Galeote en diez acumula 12, además de perder la imbatibilidad del equipo en casa frente al Sporting tras once meses invicto como local.

Los partidos en casa se han convertido en la asignatura pendiente de este equipo. Sólo tres triunfos en diez partidos es un pobre balance para una escuadra que no solía fallar bajo el calor de su público. Por contra, esta temporada está siendo, sin duda, la más notable fuera de Sevilla. El filial sevillista es el cuarto equipo de la categoría lejos de casa. Cinco victorias avalan a un equipo que ve la salvación a tiro de piedra.