Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) se proclamó por tercera vez ganador de la Vuelta al País Vasco -ya lo hizo en 2008 y 2009-, con una exhibición en la contrarreloj que cerró la prueba, de 25,9 kilómetros, en la que sólo cedió, y por siete segundos, ante Tony Martin (Quick Step), triple campeón mundial.

Si Contador y Martin, entre otros, fueron la cara de la jornada, la cruz se la llevó Alejandro Valverde (Movistar), que no sólo cedió la segunda plaza de la general, sino que se quedó fuera del podio (quinto).

A tal punto llegó el golpe de pedal mostrado por el de Pinto que sólo permitió que Martin lo superara. El triunfo de Contador era más o menos previsible, pero no así el hecho de que Valverde no lo acompañara en el segundo cajón del podio. El murciano tuvo un mal día y fue alcanzado por Michal Kwiatkovski (Omega).

También salió fortalecido de la última jornada Jean-Christophe Peraud, quinto en la etapa a 35 segundos del vencedor y tercero en la clasificación definitiva. Simon Spilak fue cuarto en la crono, a 16 segundos de Martin, y repitió posición en la general.

A pesar de su victoria, Martin no las tuvo todas consigo desde su llegada a meta, pues Contador mejoró su tiempo en el paso por el alto no puntuable de Gontzagaina, en el que lo aventajaba en 2 segundos. Luego, las diferencias entre ambos fueron escasas, hasta los 7 segundos de la llegada. Los tres kilómetros de bajada de Santa Eufemia y los 2.500 metros de llano final hasta Markina-Xemein resultaron decisivos para el triunfo del germano.

A pesar de lo interesante de la contrarreloj de ayer, en la Vuelta al País Vasco quedará para el recuerdo la exhibición del primer día de Contador en el muro de Gaintza, quien hizo frente a los contraataques de Valverde. Seguramente, el madrileño cimentó su triunfo aquel día, tanto por la brillante forma en la que lo hizo, escapado y en solitario, como por el rédito que sacó de él: una sólida ventaja sobre el resto del pelotón.