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¡Cuartos, qué bien suena!

  • Ilusión El Cajasol va a Málaga deseoso de descolgar por completo a Unicaja y con el sueño de cazar la cuarta plaza Sensaciones En el Carpena calibrará su estado antes del reto copero ante el Barcelona

El partido en Málaga llega en un momento perfecto para el Cajasol. Los sevillanos no se han visto en otra desde hace más de una década y se plantan en el Carpena, en el inicio de una semana que puede ser mágica con la Copa del Rey, con tres triunfos más que su hermano rico, Unicaja, cuya decepcionante temporada lo ha dejado fuera del torneo de Bilbao y que ha vuelto a instalarse entre los ocho mejores, aunque transita por una lejana séptima posición en la ACB, pobre botín para un club de su reputación.

El grupo de Joan Plaza, en cambio, camina firme en el quinto puesto y aspira al cuarto, si triunfa en casa del conjunto de Aíto y al Valencia Básket le da por perder en Vitoria, resultado nada improbable, pues empataría a los levantinos en la tabla, pero con mejor average general. Hablando de balances, la victoria en Málaga vale doble: el Cajasol ganó en San Pablo y en caso de repetir éxito, se colocaría con cuatro triunfos por delante de los costasoleños, amén del average particular.

La motivación para Plaza ante uno de sus maestros en los banquillos es evidente con todo lo que hay en juego; más aún teniendo en cuenta que Unicaja casi, o sin casi, duplica el presupuesto de los sevillanos y, de hecho, prácticamente siempre lo ha demostrado compitiendo por cotas mucho mayores. El pique trasciende lo deportivo, con dos cajas de ahorro, que el día de mañana pueden ser la misma, pujando por el triunfo en la cancha, aunque esta vez la inversión de los malagueños esté dando poco rédito y, en cambio, en la Plaza de San Francisco estén orgullosos, al fin, de la trayectoria del equipo.

A Unicaja le está pesando como una losa de un quintal la marcha en verano de sus tres mejores anotadores, Haislip, Ndong y Cabezas; encima, la baja del canterano provocó un cisma entre el club y la afición, agravada con el bajísimo rendimiento que han tenido los bases temporales que llegaron al Carpena, Jeter, Williams y ahora Dowdell, amén de la inconstancia de un Cook que igual que resulta MVP de una jornada, desaparece en otros partidos.

Además, los males continúan al no responder los jóvenes contratados durante la primera mitad de la campaña. A Saúl Blanco las lesiones lo mermaron; Freeland, que no jugará hoy precisamente por tener lastimado el antebrazo, no termina de sentirse cómodo; Guillem Rubio está desconocido en relación al que jugaba en Manresa, quizás salvándose Printezis de la quema. Acaso no se hayan habituado estos jugadores al nivel de exigencia que se pide en el club costasoleño.

Para más inri, otro especialista en el tiro como Dean fue despedido por su poca productividad y Dixon, el hombre más en forma, acaba de ser suspendido temporalmente por la FIBA por dar positivo por nandrolona en un control cuando jugaba en el Aris de Salónica. Un importante varapalo para los malagueños, que ya rastrean el mercado para buscar otro relevo al norteamericano, pues no parece que el contraanálisis arroje un resultado distinto.

Precisamente el sustituto de Dean sí había empezado con buen pie. Unicaja ha tomado una mejor dinámica, venciendo en tres de los últimos cuatro partidos, entre otras causas por la presencia del estadounidense, que promediaba cerca de 20 puntos por duelo.

También el equipo de Aíto está apretando más en defensa y cuenta con mucho recorrido en el banquillo para alternar jugadores, no como el Cajasol. Sin embargo, los malos resultados incluso en la pretemporada, como pasó en la Copa de Andalucía, ha lastrado a un bloque que no consigue exprimir Aíto, uno de los mejores técnicos para sacar el provecho máximo a sus pupilos. Hasta a 18 jugadores, sin contar a Sinanovic ni Servera, ambos en el filial, ha utilizado el técnico madrileño para cambiar el rumbo y no ha dado aún con la fórmula. El estrés por las continuas derrotas iniciales llevó a la desconfianza, motivo por el que está jugando muy por debajo de su nivel.

En el Cajasol, con una química en el vestuario inversa a la de Unicaja, todo va sobre ruedas. La defensa sigue siendo muy fiable y el día que estuvo mejor en ataque, como ante Estudiantes, sí descuidó un poco más su labor atrás. El partido de hoy, dicen los pronósticos, debe ser a pocos puntos, algo que beneficia a los dos contendientes.

Plaza ya tiene a un lanzador que suple a Ager, Rubén Douglas, y puede echar una mano desde ya. No ha tenido el panameño ningún problema para adaptarse desde el principio y ha llegado mejor de lo que esperaban en el club. El Cajasol, confiando en que Savanovic y Miso marquen el ritmo ofensivo, puede lograr una victoria histórica, por los pocos triunfos cosechados en Málaga, y de paso descolgar al Unicaja en la clasificación. De premio, la aspiración a ser cuartos si el Caja Laboral ganara esta tarde.

Cuartos. Suena bien, sí, como el sueño de triunfar en la eliminatoria copera el próximo jueves ante el hegemónico Barcelona. En el Martín Carpena calibrará su estado de ánimo un Cajasol que no quiere pararse aquí, sino seguir escalando en la Liga, justo antes del sueño de la Copa del Rey.

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