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Defensa indigna de la cita

  • Entregado a balón parado, incapaz de despejar un balón colgado al área, de tapar las bandas y la circulación de un equipo muy brasileño, la zaga contagió a todos

Es complicado ver a este nivel, todos unos octavos de final de la Liga de Campeones, una actuación defensiva como la que ofreció ayer el Sevilla. Indigna, sin más. Con centrales que jamás aparecen por arriba o por abajo, con laterales que jamás tapan a sus extremos, con un centro del campo que se deja llevar por sus compañeros de atrás para degenerar en la descoordinación colectiva sin la pelota, primero, y con ella después. Y, sobre todo, entregado a balón parado.

Defensa

De sonrojo el partido defensivo que cuajó el Sevilla en el peor momento, en uno de sus partidos más señalados. Cuesta recordar una falta indirecta o un saque de esquina que despejara alguna cabeza sevillista. Simplemente, no emergía nadie de blanco. En cambio, entraban como leones tres o cuatro turcos sin marcaje alguno, y siempre la tocaban. A veces, dos veces seguidas en el área, como en el caso de Deivid en el segundo gol del Fenerbahçe. La psicosis de la defensa fue tal que terminó de contagiar a todo el equipo.

En la primera parte, Poulsen y Keita se metieron demasiado atrás y provocaron que el rival, un equipo muy brasileño, tocara y tocara a un lado y otro bajo la batuta de Alex. Y por las alas, Adriano y Daniel, sobre todo Daniel, padecieron con los extremos. El zurdo Ugur Boral entró como un puñal cuando quiso. Arriba, Kezman y sus codos terminaron desestabilizar al simulacro de centrales que fueron ayer Escudé y Dragutinovic.

Ataque

Ponerte 2-0 en el minuto 9 ante un equipo peor en el plano técnico debe ser definitivo para sentenciar con Jesús Navas, Capel, Kanoute y Luis Fabiano. Pero la defensa lo descompuso todo.

Virtudes

Sólo fue dueño en el arranque y al final del partido.

Talón de aquiles

Los jugadores al defender y el sistema defensivo, sin variantes para tapar agujeros. Jiménez no buscó soluciones. Por cierto: con las medias blancas parece que no fuera todo un pentacampeón.

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