Una semana más, cal. El Écija, por décima jornada consecutiva, fue incapaz de lograr el triunfo y ve cómo los puestos de descenso comienzan a acercarse. El margen de hace unas semanas ha quedado muy reducido y ahora sólo tres puntos separan a los astigitanos de los puestos de abajo de la clasificación en este Grupo IV de Segunda División B.

En esta ocasión, el rival que se creció ante los de Juan Carlos Gómez fue el Badajoz, un rival directo por la permanencia, que gracias a esta victoria ha puesto algo de tierra de por medio con los puestos de abajo y se aleja, de momento, del peligro.

El Écija hincó la rodilla en el Nuevo El Vivero después de completar un partido muy pobre en un duelo clave en el que los problemas se le fueron acumulando sin solución.

Para empezar, inició el juego muy mal, a remolque encajando un gol rápido al cuarto de hora que le hizo mucho daño. Después a poco del descanso Marrufo veía la segunda amarilla y era expulsado en una acción cuando menos ingenua.

Entonces, en inferioridad y por debajo en el marcador, en el reinicio los locales apretaron duro otra vez y sentenciaron rápido con dos goles casi consecutivos cuando el reloj alcanzaba la hora de juego.