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España se pone muy seria

  • A más La selección reacciona y arrolla a la dura Eslovenia tras el intermedio Trío Marc Gasol, Navarro y Reyes, figuras

España hace los deberes. Crece la dificultad, aumenta la exigencia y la selección responde. Eslovenia le plantó cara al equipo de Scariolo en los primeros 20 minutos hasta que se le fundieron los plomos y los anfitriones arrollaron al combinado báltico. Ojo a la labor del inmenso Marc Gasol, que será pieza clave en Polonia. Hoy, en el cierre, tocan los lituanos para dirimir el campeón del torneo hispalense.

Eslovenia lo tiene todo para triunfar: estrellas por doquier, juego aprendido de la vieja escuela yugoslava, pase, tiro, estatura, talento... Pero no consigue un premio de prestigio. Todo se andará. Con ausencias de consideración en su plantilla, como España -a Pau Gasol se le unió Mumbrú, con una rotura fibrilar secuela del duelo ante Gran Bretaña, y Garbajosa, con una torcedura del tobillo por una caída fortuita de un balcánico en su pierna-, los eslovenos no se arredraron ante la potente selección de Scariolo.

Lorbek fue un martillo pilón en los primeros 20 minutos. El flamante fichaje del Barcelona abandonó la cancha al descanso con 18 puntos, más de la tercera parte de su equipo. El ala-pívot, mejorado por Messina tras su paso por Moscú, dio un recital de fundamentos jugando de espaldas y de cara, sacando beneficio, y mucho, de su extensa envergadura. Con él se asoció el ex baskonista Dragic.

España enderezó el rumbo inicial, cuyo timón había tomado Eslovenia, a partir del segundo cuarto. Antes, Garbajosa se fue al suelo en una clara falta en ataque, que no sólo le fue cobrada al madrileño, sino que se llevó la peor parte con el tobillo lastimado. Con Claver más entonado que contra Gran Bretaña, combinando con Marc Gasol con facilidad y apoyándose a veces en Felipe Reyes, y un descarado Llull tirando triples parándose al contragolpe, España equilibró para después, gracias a una defensa activa, un par de canastas del gran Navarro y la locura de Jure Zdovc, entrenador esloveno y figura en su etapa de jugador que se autodescalificó al chillarle en la cara al árbitro Bultó por una absurda falta, irse por delante y ya nunca más temerle a su temible oponente, al que le faltó oxígeno en la segunda parte.

De la técnica de marras que mandó al vestuario a Zdovc resultaron seis puntitos bien majos gracias a los cuatro tiros libres anotados por Navarro, más otro par logrado por Marc Gasol, el mejor en el encuentro de ayer, un jugador que sabe hacer de todo y cuya pérdida de peso le está haciendo rendir mejor aún.

No se desdibujó la escuadra balcánica, que aguantó bien los tres minutos y pico que quedaban hasta que llegó el descanso. Lorbek, ¿quién si no?, con la inestimable ayuda de Dragic, mantuvo a los suyos dentro.

La segunda parte, en la asfixiante Sevilla por mucho aire acondicionado que esté conectado en San Pablo, terminó con los pulmones eslovenos.

Felipe Reyes, también muy atinado tanto en el tiro de cinco metros como con sus clásicos lanzamientos cercanos al aro, arrancó en la reanudación con el firme propósito de relanzar a España. Entonces su pareja interior era Marc Gasol, con Claver probando como alero alto. Los tres protagonizaron los primeros minutos y un mate del joven valenciano hizo que el segundo técnico de Eslovenia parara el juego (56-47).

Con unos 10 puntos, uno arriba, dos abajo, de margen, Scariolo testó de nuevo, como ante Gran Bretaña, la zona 2-3 y no perdió un gramo la intensidad defensiva, manteniendo las distancias antes de encarar el último acto.

Incidiendo erre que erre en el juego interior, Felipe Reyes siguió jugando sus bazas para volver loco a los pívots balcánicos. Lorbek, menos mal, ya había desaparecido en combate y España hacía mucha pupa metiendo balones a sus postes.

Encima, al fin apareció el tiro lejano de Rudy Fernández. El balear, obstinado, no daba una a derechas cuando lanzaba de más de 6,25 metros. Hasta cinco veces lo intentó y no acertó en ninguna de esas ocasiones. Pero no hay mal que cien años dure. A la sexta, la vencida; a la séptima, igual.

España era ya una apisonadora. Eslovenia no podía con los calzones. Los triples de Rudy habían ensanchado el margen hasta los 16 puntos, bien es cierto que sacando ventaja los españoles, pese a los continuos fallos, de tirar muchos más lanzamientos libres que su adversario. Ricky Rubio, que sigue siendo una referencia, la referencia, en el puesto de base -ayer no jugó Raúl López-, dio la máxima diferencia a España con el partido por concluir.

La selección, cuando se pone seria, muy seria, no tiene rival por estos lares. A ver ahora Lituania.

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