Fútbol l Liga BBVA

Eto'o tortura al Valladolid en una sola mitad

  • El camerunés anota cuatro tantos y Gudjohnsen y Henry culminan la goleada

La excelencia futbolística de Messi y la impecable precisión de Eto'o encumbraron al Barça y derrumbaron al Valladolid (6-0) en un partido que premió el estilo del conjunto azulgrana, confirmado en lo más alto de la Liga y acostumbrado a contar sus partidos por goleadas.

Con más de tres goles por partido en Liga, el conjunto de Guardiola contó una víctima más en el Valladolid, que se batió con decoro sin renunciar al fútbol. Pero no encontró argumentos para anular la fantasía de Messi ni el acierto de Eto'o, dos jugadores que viven a otra velocidad, un paso por delante del resto.

La victoria del Barça se cargó de mérito, porque el Valladolid le obligó a disputar un arranque de partido más laborioso de lo que anunció el marcador final. El dibujo del equipo pucelano fue valiente y racional, pero quedó sepultado ante la precisión de Eto'o, un goleador superlativo. Nunca antes había firmado cuatro goles en un partido oficial, todos en la primera parte.

Tras superar un inicio espeso, el Barça se adelantó en un ejercicio de sutileza. El gol culminó una jugada de trazo fino, el de Dani Alves, que superó con precisión la línea de presión del Valladolid desde la línea de tres cuartos. Habilitó a Eto'o, que sólo necesitó dos toques para golear. Uno para ganar la posición entre los dos centrales. Otro para colocar el balón entre las piernas de Asenjo.

Animado por el marcador, el equipo de Guardiola destapó sus virtudes: transición rápida de la pelota, primer toque y balón al espacio. El talento de sus jugadores hizo el resto frente a un Valladolid intachable, pero superado por los acontecimientos y por el fútbol vertiginoso del Barça, con Messi como héroe anónimo de la noche. No marcó el argentino, pero estuvo en todas las jugadas de peligro.

En estado de gracia, Eto'o firmó tres goles más antes del descanso, una hoja de servicios que le avala como el delantero más en forma de la Liga. En el área de Asenjo, el camerunés fue un peligro constante. Combinó, peleó y goleó.

El primer acto fue tan derrochador que condenó al partido a una segunda parte de menor voltaje. Sólo un par de goles. Primero, Gudjohnsen y Henry, al final, encontró premio a su esfuerzo.

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