En un esperpéntico último cuarto, en el que solo anotó cinco puntos, el Barcelona se quedó sin opciones de llevarse la victoria en Krasnodar, donde sucumbió frente al Lokomotiv, con lo que no podrá jugar la fase final de la Euroliga.

El partido de los de Xavi Pascual es un resumen de la temporada. Su baloncesto se mueve en un continuo tobogán, capaz de lo mejor y de lo peor. Ayer empezó mal, remontó y se puso por delante en el tercer cuarto (58-62), pero bordeó el ridículo en unos últimos diez minutos en los que encajó un parcial 23-5 para perder con contundencia en el quinto partido de la eliminatoria.

La salida de los rusos fue fulgurante. Todos sus jugadores veían la canasta muy grande y anotaban desde cualquier posición. Destacaban Randolph, Voronov y Broeckhoff, y entre los tres anotaron 20 de los 26 puntos de su equipo en los primeros diez minutos de partido.

Irregular como ninguno, el Barça sumó un parcial de 0-9 que lo puso en buena disposición (52-48), aunque los aciertos de Broeckhoff le dieron respiro a los rusos, sin que Delaney ni Randolph, sus principales estrellas, brillaran. Tomic dominaba bajo los aros y dos tiros de Navarro pusieron por delante a su equipo.

Pero llegó el cuarto final. El Barça no pudo frenar el juego exterior de Singleton y de un 59-64 los rusos pasaron a un 73-64. Estuvieron cinco minutos los azulgrana sin anotar y ya nunca se reencontraron. Perdieron por 81-67 y verán la fase final de Berlín desde casa después de no haber sabido ganar los dos últimos partidos, uno de ellos en el Palau.