Estudiantes - Cajasol · la crónica

Gabinete de crisis (76-46)

  • El Cajasol se arrastra con una actitud inaceptable en la pista del Estudiantes en una mañana mágica para English. El equipo sevillano no ataca ni defiende, incluso a veces ni siquiera está.

¿Por dónde empezar? Por el resultado: 76-46. ¿Por dónde acabar? Por la imagen: calamitosa. A este Cajasol al que no hay nadie que no le dé el margen de paciencia que se merece una plantilla tan novel e inexperta, sí se le tiene que exigir, empezando por la cúpula directiva y terminando por el cuerpo técnico, que se deje la vida en la cancha. Eso no está sucediendo. Las tres derrotas no invitan al optimismo, verdad, aunque tampoco hay que hacerse el haraquiri con 31 jornadas para subsanar los graves errores. Sin embargo, es intolerable que este grupo no compita, no juegue a nada, no ataque, no defienda, pierda balones sin ton ni son agobiado por una presión que por ahora nadie ha cargado sobre la espalda de los jugadores. A veces, incluso, parece que directamente el Cajasol no ha comparecido en la contienda. El adversario lo sabe, huele el miedo, y machaca, lógicamente. 

El Estudiantes no hizo un partido de matrícula, ni de sobresaliente, quizás de notable bajo. Fue Carl English, con sus ojos inyectados en sangre, el que tiró de los colegiales para desayunarse al Cajasol en un visto y no visto. Los sevillanos caían por cinco al inicio del tercer cuarto y se volvieron en el AVE, nadie duda que sumamente enfadados y muy apesadumbrados, con 30 puntos de diferencia en contra después de protagonizar jugadas disparatadas, contragolpes infructuosos, una veintena de pérdidas, un sinfín de fallos defensivos para que los locales lanzaran bajo canasta después de bloqueo y continuación o hicieran gala de una certera mira en el tiro de tres, con siete canastas de English y tres de Kuric desde esta distancia. Diez triples del Estudiantes y uno de los hispalenses, nada menos que 27 puntos entre unos y otros sólo en esta faceta. Con equilibrio en esta parcela, el duelo habría estado equilibrado. Pero el Cajasol probó 11 veces y coló sólo una. 

No es simplemente una cuestión de perímetro. O de defensa. O del atasco incomprensible en los ataques posicionales. Es un todo, por desgracia. A Aíto García Reneses le van los retos y aquí tiene mucha tela por cortar, pues cuanto más tiempo pase sin ganar, más congoja habrá. 

Aquellos 0-2 y 2-4 de inicio, con un Holland activo y un Cajasol corretón, fueron las únicas alegrías en el marcador para los visitantes, cuyo juego se convierte en plomizo nada más atravesarse el primer problema. A Satoransky le enseñó la matrícula Granger en un par de acciones con canasta debajo del aro. Se percató rápido Aíto y mediado el primer cuarto ya estaba Radicevic por el checo en la cancha. Para entonces ya llevaba dos de sus siete triples English. Del 17-15 tras una buena canasta de Radicevic se pasó al 23-15 en el bocinazo que puso fin al primer cuarto. Cualquier revés supone un destrozo mental, con consecuencias en el marcador. 

De los 46 puntos del Cajasol, 10 derivaron de cinco contragolpes y cinco de tiros libres; esto es, los ataques cinco contra cinco se convirtieron en un dolor de muelas para los hispalenses, ya que sólo sumaron 31 puntos de esta forma. 

En el segundo periodo, por muy endebles que anduvieran los sevillanos, se colocaron a tres puntos nada más tras un 0-6 de parcial, pero Satoransky y Holland no alargaron la racha al perder la bola en una contra, el checo, y fallar un triple, el puertorriqueño. Tan frágil está la motivación cajista que English contestó con cinco puntos seguidos. Al descanso, por lo menos, sólo había una desventaja de siete (36-29) tras errar Radicevic un triple imposible en una mala decisión. 

A cinco estaba el Cajasol cuando English volvió a cargar su fusil y con otros tres triples reventó al delicado enfermo en el tercer acto. Ya festejaba el triunfo la grada al terminar esos 10 minutos con 14 de ventaja. Lejos de bajar la intensidad, el Estudiantes decidió noquear al desnortado Cajasol. Un 11-0 de salida elevó a 25 puntos la desventaja. La fiesta de los colegiales contra el barullo de los otros colegiales, los jóvenes cajistas. 

Aunque suene exagerado, es oportuno desde ya un gabinete de crisis para reconducir una situación que puede ser peligrosa. No está el baloncesto en Sevilla para este tipo de ridículos por la ACB.

Ficha técnica:

76 - Asefa Estudiantes (23+13+17+23): Granger (8), Gabriel (6), Kirskay (4), English (32) y Barnes (2)  -cinco inicial-, Fernández (4), Kuric (9), Vicedo, Guerra (1), Fisher (3) y Nogueira (7).

46 - Cajasol (15+14+10+7): Triguero (4), Asbury (9), Satoransky (4), Buckman (5) y Holland (11) -cinco inicial-, Tepic, Burjanadze, Balvin (2), Sastre, Bogdanovic (9) y Radicevic (2).

Árbitros: Juan L. Redondo, F.J. Araña y Planells. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la 3a jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio de deportes de la Comunidad de Madrid ante unos 6.000 espectadores.

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