O tú o yo, ése es el dilema ante lo de esta noche al final de la Palmera. Recibe el Betis al Athletic Club, que está un punto por encima en ese pañuelo que acoge a siete equipos, nada más y nada menos que siete equipos son los asomados al brocal del pozo de la Segunda, justo entre los 34 puntos del Mallorca y los 31 de Valladolid y Deportivo, y sólo a dos del límite de la tragedia, el que marca el Recreativo con 29 puntos. Ganar es la cuestión, ganar por encima de todo porque de lo contrario, nuevamente espera el hoyo (Chaparro dixit).

Un partido de tintes oscuros el que dilucidarán esta noche de Sábado de Pasión el Betis y el Athletic. Un lance entre directísimos rivales y con el morbo añadido que significa la presencia de Joaquín Caparrós en el foso de los leones. Aunque no es lo mismo en otro banquillo que no sea el del Sevilla, los buenos números del utrerano en Heliópolis, donde sólo cayó una vez, impregnan al partido de una considerable dosis de morbo que lo hace más complicado, aunque sólo sea en la duermevela de la víspera.

Como lo verdaderamente interesante es lo que atañe al Betis, digamos que el equipo de Chaparro ha vuelto a la tierra tras el parón de Santander que tanta sordina le puso a su buen partido con el Murcia en Heliópolis. Ese parón supuso que el equipo se asomase nuevamente al brocal y que la intranquilidad haya vuelto a revolotear sobre su nido. Intranquilidad que viene acompañada por el desapego que encuentra en el estamento arbitral y también en los disciplinarios, rodeos donde no gana un pleito ni por casualidad.

Partido que se mira con la guardia muy alta y el ceño fruncido, pues hay que convenir en que los números de ese Athletic tan mal clasificado como el Betis son muy a tener en cuenta. Como lo que importa es su comportamiento de visitante hay que recalcar que los leones han ganado cuatro veces lejos de San Mamés y han empatado dos. Unos números inquietantes en este partido que afrontan como visitantes.

Han ganado los rojiblancos en Valladolid, en las dos citas de Valencia y hace poco en el Calderón, habiendo firmado tablas en Almería y en Palma de Mallorca. Y es que la asignatura pendiente del histórico club de Ibaigane está en lo que siempre fue un fortín, la leonera de San Mamés. Como puede comprobarse, la tarjeta de viajero de Athletic Club de Joaquín Caparrós es para que en el nido bético se haya instalado la inquietud más inquietante.

Y en ese nido lleno de inquietud, los desmanes de Pérez Lasa el pasado domingo obligan a retocar el sistema defensivo. La ausencia de Melli, reafirmada por esos comités que tiran a la basura cuanto recurso manda el Betis, hace que Chaparro tenga que retrasar a Arzu al centro de la defensa para que Juande sea el que guarde la posición por delante. También optan a un puesto Lima y Somoza, pero cuentan con muchas menos posibilidades que los anteriores.

Quiere decirse, por tanto, que el Betis va a jugar con Ricardo en la portería, línea defensiva con Damià, Juanito, Arzu y Fernando Vega, Juande, Rivera y Capi en el trivote central para que Edu, Pavone y Mark González queden con el encargo de inquietar al veteranísimo Armando. Es un equipo similar con sólo una variante al de las últimas jornadas, pero la semejanza total no ha sido posible por culpa de árbitros, comités, demás parientes y afectos.

Ganar o ganar es la cuestión, no hay vuelta atrás en este Sábado de Pasión. Y no es empresa fácil, ya que de la mano de Joaquín Caparrós, Athletic Club ha vuelto a ser un equipo. Mejor o peor, pero convertido en un equipo que sabe a qué juega y que palia sus limitaciones técnicas a nivel individual con el esfuerzo incondicional de todos. Trabajo denodado y un entramado en el centro del campo que hace que su defensa propicie pocas ocasiones de gol.

Una vez más, el beticismo ha de jugar un papel fundamental con el objetivo de cumplir con la obligación ineludible de ganar. Los números del Betis son buenos de la mano de Chaparro, pero cómo serían los cosechados con el ya entrenador del Parma que un tropiezo lo devuelve a la zona caliente calentísima. Ganar o ganar es la cuestión cuando a eso de las ocho de la tarde dé el colegiado Carlos Clos Gómez -zaragozano por cierto- la orden de salida. Partido para que los frascos de las sales estén a mano, ganando se respira y perdiendo es un drama. Sábado de Pasión y al otro lado del río espera el Athletic, el Athletic de Joaquín Caparrós, ¿quién da más?