Granada-real betis

Goleada 'pre-derbi' (1-5)

  • Tres goles en cinco minutos de la primera mitad dejan sentenciada la victoria de los de Mel. Rubén Castro, por partida doble, Íñigo López en propia puerta, Pabón y Ángel hicieron los tantos.

Las dudas de hace cuatro días enterradas y la moral por las nubes. El Real Betis ha goleado a domicilio al Granada en una salida que se presumía difícil por la situación del rival, algunas bajas de hombres importantes (Amaya, Beñat y Joel Campbell) y la apetitosa distracción del derbi sevillano en el horizonte, pero que se ha convertido en una fiesta pre-derbi gracias a cinco minutos de ensueño y acierto en la primera mitad.

Pese a que Pepe Mel alineó esta vez a tres centrocampistas (Cañas, Rubén Pérez y Nosa Igiebor) para apostar por un planteamiento con más posesión, al Betis le costó meterse en el encuentro. Las urgencias del Granada propiciaron un comienzo local en avalancha que superó de principio a los verdiblancos, que, eso sí, metían miedo con cada salida rápida en busca de Rubén Castro, Dorlán Pabón y Álvaro Vadillo arriba.

El partido fue tranquilizándose y el Betis empezó a controlar algo más el juego entre algún susto que otro de botas de Aranda y Torje. Pero el equipo de Lucas Alcaraz está donde está porque le falta precisamente lo que en el Betis abunda: veneno arriba. Un veneno que tiene el nombre propio de Rubén Castro. Dos partidos sin marcar ya eran demasiados para el canario, al que le sobró temple al borde de la media hora de juego en la acción que inauguró cinco minutos de acierto pleno verdiblanco. El delantero recogió en el área un pase de Vadillo que Pabón no acertó a rematar desde el punto de penalti. Levantó la mirada, amagó hacia a la derecha y la puso en la red entre tres defensas desarmados y el portero Toño. La primera piedra ya estaba puesta.

Pero no había tenido el Betis tiempo de celebrarlo ni el Granada de lamentarse cuando pasados dos minutos se iba a encontrar con el segundo premio, que le cayó -como no- de nuevo en los pies a Rubén Castro. Mismos protagonistas. Pase excepcional de Vadillo que Pabón convirtió en una parábola casi perfecta para estrellarla en el larguero con Toño superado. El balón se le quedó muerto al canario en la línea de gol para empujarlo. La prodigiosa racha iba a dar aún para más. Un dejá-vu del 0-2 propició el derechazo definitivo a los rojiblancos en la siguiente jugada, con la cabeza de Paulao y una salida desastrosa del portero como novedades, pero con el mismo final: pelota repelida por el travesaño e Íñigo López esta vez en el papel de Rubén para metérsela en su portería. Tres goles en cinco minutos. Un premio excesivo para el juego desplegado por el Betis en la primera mitad. Pero el gol es el que manda.

Mel dio entrada a Perquis por Mario para el trámite del segundo acto y el Granada a Ighalo y Buonanotte para intentar aunque fuera complicar la vida a los béticos. Sólo una debacle al estilo Betis podía estropear el pre-derbi soñado, pero cualquier fantasma que estuviera cerca se esfumó cuando Pabón hacía el cuarto gracias a un pase de Rubén Castro en una acción iniciada por Nosa antes del minuto diez de la reanudación.

Para lo bueno y para lo malo restaba toda la segunda mitad. Lo malo se quedó en que Pabón se tuvo que retirar lesionado y en que el Granada acertó a hacer el tanto de la vergüenza gracias a un cabezazo de Aranda. Ya con el Granada con diez por la segunda amarilla a Siqueira a raíz de un piscinazo en el área, lo bueno llegó de pies de Ángel, que cerró la manita gracias a un pase de Rubén Castro que lo dejó sólo ante el portero. Ahora sí, toca pensar en el Sevilla.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios