el derbi sevillano

Histórica epifanía verde en Nervión

  • El Betis rompe su racha en los derbis con una majestuosa goleada inédita, sin precedentes, en una noche de fiesta, emoción y fútbol

Los jugadores del Betis celebran el triunfo con sus aficionados, ubicados en la grada alta de Gol Sur.

Los jugadores del Betis celebran el triunfo con sus aficionados, ubicados en la grada alta de Gol Sur. / fotos: antonio pizarro

El último regalo de la Epifanía de los Reyes Magos venía envuelto en papel verde. Todo de verde, salvo las medias blancas, por primera vez en la historia de los derbis, el Betis rompió de la forma más gloriosa su mala racha en los derbis. Lo hizo con una goleada histórica, pues jamás había marcado cinco goles en Nervión al Sevilla. El 6 de enero de 2018 queda así grabado en oro verde para los anales de la ciudad, sobre todo para la mitad bética. La sevillista tratará de olvidar cuanto antes el saco de carbón que le tenía guardado el paquete abierto en el día más hermoso.

Fue una auténtica manifestación, un epifanazo, permítase el palabro, dándole sentido al origen etimológico de la manifestación de Jesús al mundo a través de los tres soberanos llegados de los confines hasta un humilde establo de Belén.

Los profetas de esta epifanía verde ya lo venían anunciando desde el verano. "Este año sí habrá derbi", decían los mesiánicos Lorenzo Serra y Quique Setién, que pasó la travesía del desierto de las críticas al juego desde atrás y salió entronizado como el nuevo Baltasar que transformó en oro el carbón de las últimas goleadas que el eterno rival le había infligido al Betis.

La fiesta fue total. El estadio era un volcán de más de 40.000 corazones enviando a borbotones impulsos sanguíneos de pura emoción desde el inicio. Desde la espectacular puesta en escena del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán con un apotegma que miraba al pasado reciente sin prever el presente inmediato. "A Sevilla traemos fútbol, honor y gloria", era el lema que ponían desde Gol Norte en boca de Sus Majestades los Reyes Magos. Pero el pajecillo Fabián convirtió pronto en verde el color de la gloria, con un gol a los 22 segundos, quizá el segundo más rápido de la historia de los derbis tras uno de Reyes en una de esas goleadas que punzaban el ánimo ansioso de honor de las huestes béticas. A partir de ahí, emoción pura, sin tiempo siquiera para el exabrupto o el insulto contra el eterno rival.

El vaivén del partido y del marcador tenía en vilo a la ciudad, en el estadio y en los televisores. Con las emociones apenas contenidas. La grada local empujaba a los suyos a puro grito de rabia en busca de resarcir el honor mancillado y la grada visitante se frotaba los ojos ante lo que veía. En el minuto 63 comenzó la gran epifanía de este día de la Epifanía. El 2-3 fue la manifestación perfecta del fútbol de Setién: juego al toque ante el descompuesto, y mal remendado, once del Sevilla. Y luego el 2-4. El 3-4 apenas fue un fino hilo rojo al que se agarró un Sevilla roto y sin fuerzas. Sólo sirvió para que la explosión verde de este epifanazo cobrara más sabor a honor recuperado, con ese quinto gol que puso la guinda de lo inédito en los derbis. "Sólo honramos tu escudo", se leyó en Gol Sur arriba al inicio. Vaya si lo honraron los pajes de verde.

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