Si hay algo que tiene claro Manuel Jiménez es que en Zaragoza juegan Negredo y diez más. El entrenador sevillista es hombre de repartir minutos entre sus delanteros por norma, pero en este caso hay varios factores que impelen a pensar que será titular en La Romareda, donde toca rotar porque la cita copera de Getafe es prioritaria, obviamente. El principal es que fue el hombre sacrificado ante el Getafe para poder cambiar el curso del partido al dejar su sitio a Romaric.

La cita de Zaragoza tiene la trascendencia lógica de la Liga, porque el gran esfuerzo ante el Valencia se podría ir al traste de producirse un tropiezo. Y Negredo es el delantero más en forma que tiene ahora mismo Jiménez, aunque Luis Fabiano ya va cogiendo su tono y Kanoute también crece en ese sentido. Y a ello se une el tacto con el que debe conducirse el arahalense con el vallecano, que se fue visiblemente contrariado hacia los vestuarios cuando vio el cartel con el dorsal 19 en el minuto 36 de la ida de las semifinales.

No es descartable que lo acomopañe Kanoute, porque el francés necesita minutos. Aunque parece obvio que hasta que todas las piezas no recuperen la necesaria frescura, Jiménez podría seguir optando por arropar más su medular y jugar con tres puntas: dos extremos y un delantero centro. Pero Romaric está tocado y Renato debe descansar. Por ello, podría entrar ya Fazio, que fue preconvocado para el partido de Getafe. Quizás le falte un poco para ser titular, pero la mejor forma de ponerse al día es jugando. Y Jiménez lo sabe.