Kerzhakov volvía ayer a asegurar que no se arrepiente de haberse marchado. El ruso deja entrever que lo tenía claro desde hace tiempo en las páginas de Sport Express. "Empecé a pensar en dejar el Sevilla antes de que Juande Ramos se fuese. No vi muchas oportunidades, como pensaba cuando comencé mi carrera en el club español, y no quería ser el tercer delantero", afirma en Rusia.

"El nuevo entrenador, Manolo Jiménez, me hizo ver que iba a estar en la reserva porque Kanoute y Luis Fabiano eran sus delanteros favoritos. Entendí que era imposible cambiar la situación porque son delanteros de alto nivel y ellos conocían las expectativas del entrenador", añadió Kerzhakov, que sigue con la mente fija en la Eurocopa. "Estaba seguro de mí mismo cuando firmé en el Sevilla. Quería intentarlo en un campeonato extranjero que, junto con el inglés, es el mejor de Europa, pero si un jugador tiene oportunidades es más fácil. Pensé que es duro perder la internacionalidad con Rusia porque estoy seguro de que hay suficientes jugadores de no menos calidad como para jugar una Eurocopa. La continuidad le da a un jugador la oportunidad de entrar en los planes del cuerpo técnico de la selección", puntualiza para terminar alabando a su nuevo club, el Dinamo de Moscú. "Me gustó la forma en que el Dinamo habló conmigo y con mi agente y me seducía la idea de trabajar con Kobelev, el entrenador que me formó. Es obvio que un equipo que estaba en Champions es más fuerte que el Dinamo, pero me gustó cómo hizo las cosas".