Los peores pronósticos se cumplieron con Krohh-Dehli. El danés estará entre siete y ocho meses de baja después de ser intervenido a mediodía de ayer por el jefe de los servicios médicos del Sevilla, Daniel Cansino, en el Sagrado Corazón. Hasta allí fue trasladado en ambulancia desde al avión en el que regresó el Sevilla de Lviv, donde el jugador sufrió, fortuitamente, la fractura con arrancamiento del polo inferior de la rótula izquierda, según el parte médico del club. A sus 32 años, 33 a partir de junio, no es una buena noticia.

El comprometido futbolista danés fue intervenido por el doctor Cansino sin incidencias y se encuentra bien tras la operación. Desde que Ferreyra y Marlos se echaron las manos a la cabeza ya se percibió en el mismo Arena Lviv que su lesión era muy grave y ahora se le abre una dura lucha a Krohn-Dehli contra el tiempo y contra una dolencia inesperada y extraña, si bien cuando era joven ya sufrió una lesión en esa rodilla que lo tuvo un año sin jugar en el Ajax. Fue en la campaña 07-08 y el club holandés acabó traspasándolo a su equipo de origen, el Brondby, donde se recuperó totalmente y se convirtió en el jugador de élite que despuntó en el Celta antes de cuajar en el equipo de Emery gracias a su fiabilidad.

Krohn-Dehli ha ido aumentando el número de partidos con los años y siempre ha destacado por su gran fondo físico, su capacidad de sacrificio y su concepción colectiva del fútbol. En Lviv disputó su partido número 47 de esta temporada. Nunca antes había jugado tanto en un ningún equipo. En el avión de regreso, que voló entre las tres y las cuatro de la mañana, Krohn-Dehli, con la pierna perfectamente anclada y protegida con hielo, recibió los ánimos de todo el pasaje. Muchos compañeros lo visitaron luego en el hospital: lo encontraron dolorido y tocado moralmente. El vestuario tiene una razón sentimental de peso para dedicarle un título.