Fútbol

Llega Simeone, la enésima esperanza atlética

  • El argentino pide "esperanza y tranquilidad" a los aficionados a su llegada a Barajas. El calendario no permitirá más errores.

El argentino Diego Simeone, la gran esperanza del Atlético de Madrid para recuperar la lucha, el fútbol y los resultados, ha pedido este lunes "tranquilidad" a unos aficionados que ven con temor lo que se avecina, un cruel calendario que no perdonará errores. "A la afición le digo que tenga esperanza y tranquilidad. Ahora hay que trabajar. Hay que ser claros y mirar partido a partido", indicó el argentino a su llegada a Madrid, donde mañana rubricará el contrato.

Con Simeone, la ilusión, aunque en una pequeña dosis, volvió a la casa atlética tras dos años convulsos. El éxito de la Liga Eruopa de 2009 y el ya lejano doblete en 1996 no moderan la habitual inestabilidad que persigue al club, considerado hasta hace poco el tercer grande de España. Basta con mencionar que por el banquillo rojiblanco habrán pasado, con el argentino, 52 entrenadores en los últimos 25 años, lo que confirma que pocos aguantan una temporada entera.

El técnico, llamado a ser el que devuelva la fe, no tendrá una labor sencilla en sus primeras semanas. Además de reimplantar la confianza en un grupo hundido, Simeone tendrá un duro calendario hasta marzo, cuando el Atlético dispute su primer partido, a priori, cómodo: en casa ante el recién ascendido Granada. Hasta entonces el equipo de Simeone visitará al Málaga, Real Sociedad, Osasuna, Racing, Sporting y Sevilla. Ante su afición, Simeone sólo podrá lucirse en tres ocasiones hasta marzo, pero la entidad de los rivales no invita a pensar en un pleno de victorias.

Un decaído Villarreal, un Valencia en alza y el todopoderoso Barcelona serán los tres incómodos visitantes. Simeone hereda un club en crisis constante, con grandes diferencias entre directiva y afición y con la paciencia de muchos jugadores en el límite. El calendario y la relación entre club e hinchada serán sus dos adversarios más sólidos. Aunque el primero sea excesivamente duro, Simeone sabe que cuenta con el respaldo de la afición.

El idilio que mantiene el aficionado atlético con él desde que fuera pieza clave en el doblete de 1996 puede tornarse contra el club y sus dirigentes si la situación no mejora. La palabras lucha, esfuerzo e ímpetu siempre aparecen cuando se comenta su época de jugador. Esos valores son los que se le exigirá a su plantilla.

Desde el club confían ciegamente en la labor del argentino. "Todos esperamos que Simeone pueda inyectar aire fresco al equipo, a la afición, a los dirigentes... A todo el mundo", reconoció el presidente atlético en una entrevista publicada hoy por el diario "As". "Conoce esta casa y peleará por la camiseta", aseguró Cerezo que piensa en "coger nuevos aires" en 2012.

 A pesar de la euforia desatada en torno a su llegada, el argentino buscó sembrar calma entre los aficionados. "Valen los hechos, no las palabras", aseguró en el aeropuerto de Madrid. Este martes comienza una nueva etapa para el Atlético y Simeone. Ambos se gustan, se quieren, confían el uno en el otro y lo más importante, se necesitan: el Atlético, para escapar del pozo, y Simeone, para demostrar que es un entrenador válido en Europa.

Su actuación en 2011 con el Catania, con el que realizó la mejor campaña de la historia del club y al que salvó del descenso, puede servir como referente. Pero el objetivo del Atlético no es salvar la categoría, sino alcanzar la Liga de Campeones, que está ahora diez puntos. Mientras, el abismo del descenso y los recuerdos del paso por la Segunda División entre el 2000 y el 2002 revolotean a cuatro puntos del Atlético. El club rojiblanco será un bautismo arriesgado para el argentino, que lo podrá encumbrar o devolver a su Argentina natal antes de tiempo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios