Fútbol l Internacional

Maldini ya es milenario

  • El defensa italiano, de 39 años, disputó en Parma su partido número 1.000

El Inter es un equipo perseguido por la mala suerte. El sábado dejó la Liga italiana casi sentenciada, pero ayer, de nuevo su gran rival, el Milan, acapara la atención por el partido 1.000 del eterno Paolo Maldini. El defensa, de 39 años, entró en la cancha en el minuto 70 del partido que el sábado el Milan empató sin goles en Parma, y recibió el reconocimiento de los aficionados rivales.

"El hombre de los 1.000 voltios", dijo ayer La Gazzetta dello Sport, sobre el jugador rossonero, que, modesto, agradeció todo a su familia. "Me gustaría dedicar esta cifra a mi familia, en especial a mi madre, que siempre me ayudó", reconoció el defensa, que ya ha anunciado que pondrá fin a su carrera al final de la actual temporada, que será la número 23 consecutiva. Los 1.000 partidos profesionales se dividen así: 861 encuentros con el Milan, 126 con la selección de Italia absoluta y 13 con el equipo olímpico. En ese tiempo fue siete veces campeón de Italia y cinco de Europa.

El 20 de enero de 1985, con apenas 16 años, debutó frente al Udinese. Fue su primer partido profesional. "Hoy en día, un debut como el mío no sería posible, pues no se da oportunidad a alguien de 16 años en un gran club con 25 jugadores", dijo Maldini.

Nunca fue elegido jugador del año en Italia, nunca ganó un título con la selección azzurra y,a pesar de todo, personaliza las virtudes que le gustaría recuperar al fútbol italiano: elegancia, ausencia de escándalos y juego limpio.

Con su actual técnico, Carlo Ancelotti, llegó a compartir equipo, al igual que con el actual seleccionador, Roberto Donadoni. "Todos me preguntan qué haré a partir de mayo y no puedo dar una respuesta. Esto quiere decir que aún tengo meses para disfrutar de esta bellísima aventura que inicié hace tantos años", señaló.

La camiseta número tres de Maldini no volverá a ser usada por nadie cuando la porte por última vez al final de la temporada. Pero las felicitaciones y honores no le interesaban el sábado tras el parco empate sin goles en Parma que dificulta que su equipo se alce a la cuarta plaza, el único objetivo que le queda al Milan en la Serie A para llegar a Champions.

Es en la Liga de Campeones donde buscará un último título. Por ello, el defensa ya piensa en el partido del miércoles en Londres ante el Arsenal. Quiere jugar su novena final de la Copa de Europa en mayo en Moscú, que podría ser su último récord.

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