El Mallorca afrontará con ventaja el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Real Madrid tras derrotarle en el Ono Estadi con goles de Trejo y Arango.

Nadie apostaba por la suerte del Mallorca al comprobar que Gregorio Manzano sentaba en el banquillo a sus principales figuras y que confiaba la suerte de su equipo a jugadores "con las piernas frescas", como el técnico quería, y muy poco habituales en las alineaciones titulares. Pero el desarrollo del partido le empezó a dar la razón a Manzano. Tras un buen comienzo, el Madrid, también con muchas ausencias, empezó a sentir en la nuca el aliento de un rival que a falta de argumentos técnicos, puso empeño y ganas.

En esa faceta destacó el argentino Trejo. Poco activo Robinho, desaparecido Sneijder, irregular Gago y muy solo Raúl, el Madrid se encomendó a su portero Dudek, que salvó a su equipo en varias ocasiones.

No fue menos el meta balear Moyá (67') al detener un remate a bocajarro de Saviola, que recién había entrado en el campo. Allí tuvo el Madrid el empate, que persiguió hasta el final con ahínco, pero sin acierto.

En el camino se quedaron Balboa, que apenas estuvo diez minutos al lesionarse en una acción fortuita con Jonás Gutiérrez, y Trejo, que se lesionó tras una entrada de Dudek en la que se reclamó penalti.