El susto que se llevó, y que dio, Enzo Maresca en el vuelo a Valencia ha quedado en sólo eso. El italiano, debido a la despresurización del avión y a que arrastraba un resfriado, con la lógica obturación de las vías respiratorias, tuvo un agudísimo dolor de oídos y de cabeza y sufrió una microrrotura del tímpano derecho. El sevillista fue observado en Valencia por un otorrino, quien incluso no desaconsejó que jugara en Mestalla. Ayer pasó otra revisión en Sevilla que confirmó el barotrauma sufrido en ambos oídos y la microrrotura en el derecho, aunque luego se ejercitó con normalidad.

El medio centro salernitano, que tuvo que regresar de Valencia en autobús junto a De Sanctis -lo que le impidió asisitir a la gala en Manchester-, trabajó sin mayores problemas en la ciudad deportiva y podrá jugar en plenas condiciones el sábado ante el Atlético.

Maresca acudió ayer a la ciudad deportiva por la mañana junto con Manolo Jiménez y otros jugadores con pocos minutos o tocados, caso de De Sanctis, Renato, Dragutinovic, Chevantón, Fazio o Crespo.

El italiano participó activamente en los ejercicios junto a sus compañeros sanos. En cambio, Chevantón se ejercitó aparte, pues aún convalece del esguince de rodilla que sufrió ante Osasuna. Asimismo, Dragutinovic tampoco se ejercitó con normalidad, debido a que también se recupera de la dolencia del recto anterior y de las molestias en la rama púbica que le han impedido participar en los últimos partidos. Su evolución dictará si recibe el alta e incluso hoy podría incorporarse al trabajo normal con el resto del grupo.

Quien sí evolucionó favorablemente fue Renato. El brasileño padecía una dorsolumbalgia que ha ido remitiendo y que le impidió participar en las últimas comparecencias del Sevilla. Gracias al trabajo de recuperación y de fisioterapia a que se ha sometido, está ya en condiciones de competir y podría entrar en la convocatoria ante el Atlético.