Cuando Javier Mascherano firmó por el Barcelona el 27 de agosto de 2010, muchos no entendieron su fichaje. Pasado el tiempo, el argentino logró en el equipo azulgrana hacer honor a su alias de El Jefecito. A sus 28 años, actualmente nadie discute a Mascherano. Ni en el vestuario ni fuera de él por la sensatez con la que se maneja. Y de su rendimiento deportivo tampoco quedan dudas.

Así lo entienden los dirigentes del Barcelona, que en estos días negocian la ampliación de su contrato hasta 2016.

"Por mi parte está la mejor predisposición para seguir aquí. Quiero seguir muchos años en el Barcelona. La cosa va muy bien encaminada", comentó ayer el jugador en rueda de prensa.

Muchas cosas han cambiado desde aquellas sorprendentes declaraciones de Mascherano en su presentación, cuando dijo: "Vengo a aprender".

No era normal que en un jugador de su experiencia, líder en el Liverpool y en la selección argentina, asumiera con esa humildad su llegada a un club como el Barcelona. Entonces, se interpretó que el Barcelona había pagado 22 millones de euros por un suplente del indiscutible Sergio Busquets.

Pero Josep Guardiola, su entrenador, tenía preparada una idea: hacerlo jugar de central. Lo que en principio parecía una solución de emergencia ante la carencia de defensas en el equipo derivó en una apuesta segura. Efectivamente, Mascherano había llegado al Barcelona para aprender.

"No esperaba que las cosas fueran como han ido. Cuando llegué sabía que era muy difícil jugar, sobre todo en mi posición. Las circunstancias se fueron dando y mi posición fue cambiando por diferentes circunstancias que no me hubieran gustado que ocurrieran (enfermedad de Eric Abidal o lesión de Carles Puyol)", relató.

El secreto está en el trabajo. "Entrené duro para aprovechar mi oportunidad. Por suerte las cosas han salido bien, pero no está todo hecho. Me he ganado la confianza y quiero seguir manteniéndola", destacó.

Ahora Mascherano es un jugador respetado por todos, desde el club hasta sus compañeros o hinchas. Por hechos como bajarse el sueldo para poder jugar en el Barcelona. "Fue la mejor decisión que tomé en mi vida", aseguró.

Si todo va como parece, Mascherano se garantizará estar en el Barcelona, como poco, hasta cumplir los 32 años. Guardiola ya lo tenía claro: "A Mascherano no lo cambiaría jamás. Me parece el mejor fichaje del Barcelona".