Partió "al contragolpe" y, ante el primer revés, acabó advirtiendo que "aún queda mucho partido". El abogado de Messi inició la defensa del astro argentino por presunto fraude fiscal contra la Hacienda Pública con una estrategia al ataque que, en el primer día de juicio, no le dio los resultados esperados.

La supuesta "vulneración del derecho fundamental a no declarar contra uno mismo" esgrimida por Enrique Bacigalupo, defensor de Messi, no convenció al presidente del tribunal de la Audiencia de Barcelona que juzga la causa, que no concedió la nulidad del juicio buscada por la familia Messi.

Según expuso Bacigalupo, la Agencia Tributaria realizó hasta 20 visitas de inspección para recabar la información que lo acabó incriminando, sin que el futbolista ni su padre, Jorge Messi, también imputado, tuvieran conocimiento de que se les estaba investigando por un posible fraude fiscal de 4,1 millones de euros cometido entre los años 2007 y 2009.

"Cuando hay una mínima sospecha de que se va a investigar a alguien por un posible delito, hay que informar", explicó Bacigalupo. "Pero no informaron ni enviaron la documentación al fiscal y tampoco paralizaron las actuaciones, como procedía", agregó el letrado de Messi que, como su padre, no comparecerá en la Audiencia hasta mañana. "No cumplieron y eso es causa de nulidad".

La representante de la Abogacía del Estado rebatió la defensa de los Messi arguyendo que las inspecciones posteriores fueron necesarias para calcular si el montante total investigado superaba los 120.000 euros y, por tanto, era constitutivo de delito.

Tras escuchar los argumentos, el presidente del tribunal desestimó de entrada las alegaciones de los letrados de los Messi. Pero el partido no ha hecho más que empezar.