CAJASOL | cb murcia · la crónica

Metamorfosis en 20 jornadas

  • Grande El Cajasol derrumba a un rival al que hace nueve meses derrotó de milagro en la puja por el descenso Premio Los sevillanos se colocan quintos y se arriman a la Copa

Del 22 de marzo no hace tanto tiempo, no llega a los nueve meses desde entonces hasta ahora, pero media un mundo entre aquel partido que jugó el Cajasol con el CB Murcia con la vida en juego, con los dos equipos anclados en el sótano de la clasificación junto al ViveMenorca; hay una diferencia abisal de aquella balsámica victoria, la séptima del curso pasado que llegó en la vigesimoséptima jornada, que valió para salir del farolillo rojo, y la de ayer, séptima también aunque en 12 jornadas, que da la quinta plaza de la tabla y arrima un poco más la Copa.

Sólo 20 jornadas, enlazando ambos cursos, han pasado desde aquella trampa en forma de finta que le preparó Tucker a Dean, para que el primero diera el triunfo por dos puntos con tres tiros libres al Cajasol con el cronómetro a cero, y la emboscada preparada por Joan Plaza a Edu Torres en su debut en el banquillo murciano, con 40 puntos de diferencia y desterrando las dudas que pudieran existir por el tropiezo sorprendente en Pucela. La metamorfosis de Plaza, Kirksay, Savanovic... Del taquicárdico 83-81 en horas bajas al distendido 99-59 en una época florida y sin hacer sangre de un oponente que languidecía.

El resultado es la conclusión de un cambio brutal, de dimensiones espectaculares, que ha dado este equipo en menos de un año. La filosofía de Plaza ha calado y nadie perdió los nervios después de los tres reveses en el inicio de la competición, ningún miembro de la plantilla se desilusionó a pesar de la incertidumbre por aquellas derrotas y por el paseo militar del Real Madrid en Dos Hermanas. Desde la serenidad se trabaja mejor, desde la defensa se apuntala al equipo, y desde la buena disposición atrás se crece en el ataque. Es cuestión de la suma más valiosa que hay en el deporte: confianza, trabajo y talento.

El CB Murcia fue un sparring, un equipo que ya está en otra pelea respecto a los hispalenses, fuera de concurso en la puja por el descenso y dentro en la lucha por ir al Bilbao Exhibition Center y dar alguna alegría en la Copa del Rey, del 18 al 21 de febrero.

Aguantó la escuadra de Edu Torres lo que quiso que aguantara el Cajasol; es decir, los primeros seis minutos. Luego, a correr. Ansía defender este grupo con el fin de anotar. Ve la recompensa cerca si azuza a su adversario, temeroso por la situación delicada que lo tiene recluido en la última posición de la clasificación. Ese 14-12 mediado en el primer cuarto era un espejismo, un mero tanteo entre los boxeadores que calentaban antes de que uno de ellos golpeara con fuerza e insistencia en los costados del noqueado rival.

A Kirksay, el líder del grupo, habrá que ir planteándole la renovación para que no escape cuando le lluevan las ofertas de media ACB y parte del extranjero. Al tiempo. El francés, encima, se empapó con la gloria que da el galardón de mejor jugador de la jornada, un premio para un obrero y excelente compañero. Todos felices.

Un parcial de 11-2, cerrado con cinco puntos seguidos del alero galo, rompió por vez primera el choque: 28-16. Plaza, listo, sabe que Rey y Ager son los dos únicos jugadores que no está rindiendo a su nivel y trató de motivarlos con la titularidad. Dio más resultado con el primero que con el segundo, que sigue perdido a la espera de que se reencuentre con el de la pretemporada.

Un triple con adicional de Scepanovic hizo que el CB Murcia se desperezara en el segundo acto para reducir el margen a seis puntos. Visto y no visto. El Cajasol, sobrio, sólido y duro de mollera, derrumbó a los visitantes en un par de minutos con Miso ejerciendo de líder con dos triples para elevar la distancia a 16. Ahí sí que se fracturó la contienda para siempre.

El gustazo de creerse un grande se lo dio el Cajasol en el tercer cuarto. La reanudación a la vuelta de los vestuarios fue salvaje, sin compasión. Presión en la salida del balón, robos y canastas con bandejas: sencillo en la pizarra, complicado en la pista. Hasta Ager, al segundo intento seguido, se sumó a la fiesta con un triple. San Pablo se frotaba los ojos. Moss, el rey del rebote, desesperaba y caía eliminado al final de este periodo ante la superioridad manifiesta de un Cajasol que devoraba lo que veía a su paso. Tras un 28-8 de parcial, el equipo de Plaza se fue hasta los 39 de diferencia. En el último, hubo piedad y sólo el activo Sastre quiso que el CB Murcia se llevara un rotundo sopapo con dos triples finales.

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