El aplastamiento tenístico funcionó ayer en las dos direcciones posibles para España. Rafael Nadal disfrutó del lado bueno y está ya en la tercera ronda del Abierto de Australia, al igual que Guillermo García López. Tommy Robredo y Feliciano López, en cambio, fueron triturados y despedidos por sus rivales, el mismo camino que siguió Anabel Medina.

"Hoy tuve la sensación de que tenía más tiempo para hacer cosas con la pelota", dijo Nadal tras demoler al francés Florent Serra por 6-0, 6-2 y 6-2. El número dos del mundo brilló en el Rod Laver Arena, el principal escenario del complejo, y cerró el partido con un ace al medio de la cancha, el noveno del encuentro. Fue una exhibición del español, que en los 94 minutos que duró el partido logró 39 tiros ganadores y cometió apenas 16 errores no forzados. Su próximo rival, el francés Gilles Simon, tampoco debería inquietarlo demasiado.

En el otro extremo del espectro tenístico, el de la modestia, lejos del estrellato, Guillermo García López derrotó al colombiano Alejandro Falla por 6-4, 5-7, 6-4 y 7-6 (8-6) y quedó por primera vez en su vida entre los 32 mejores de un torneo del Grand Slam.

"Me he sacado una espina, gané sin jugar demasiado bien, pero lo importante es que he ganado", celebró García López.

Poco, por no decir nada, tenía para celebrar Tommy Robredo, fulminado en una tarde tan soleada como ventosa en Melbourne Park. "No he jugado nada bien, no me ha salido nada y se ha visto reflejado en la pista", dijo el español tras caer 6-1, 6-2 y 6-3 ante el estadounidense Mardy Fish.

Muy similar en cuanto a contundencia fue la derrota de Feliciano López ante el francés Richard Gasquet, que se impuso 6-2, 6-1 y 6-3 en una hora y 29 minutos. "Él ha empezado muy bien, y ese comienzo me ha condicionado mucho el partido. Me metió en el inicio dos passings increíbles. Me sorprendió su nivel", admitió López.

El trío de derrotas españolas se completó con la de Anabel Medina Garrigues, que luchó hasta el final para caer 5-7, 6-2 y 6-3 ante la rusa Elena Dementieva, undécima preclasificada.

Hasta el final quiere también llegar Nadal, aunque ganando. Hoy encontró la fórmula que venía buscando para eludir la pregunta que lo persigue desde que llegó a Melbourne, esa que apunta a sus posibilidades de ser número uno del mundo.

"Estaría más que feliz si gano este torneo incluso sin ser el número uno", dijo. Una frase impecable y sin duda irreprochable.

Cinco españoles buscan hoy sumarse a Nadal y García López en la tercera ronda. Juan Carlos Ferrero se enfrentará al local Alun Jones, mientras que David Ferrer se medirá ante Juan Del Potro. Fernando Verdasco se medirá al serbio Janko Tipsarevic, Óscar Hernández al checo Tomas Berdych y Virginia Ruano a la colombiana Catalina Castaño.