Las semifinales de Hamburgo reunirán hoy a los tres mejores tenistas del mundo y un invitado sorpresa, el italiano Andreas Seppi, que se dará el gusto de jugar ante el número uno, el suizo Roger Federer. En el otro duelo, Rafael Nadal saldrá a defender su puesto dos en el escalafón mundial, que mantiene desde julio de 2005 (hace 147 semanas), ante el serbio Novak Djokovic, que le está pisando los talones en el ranking.

Nadal no tuvo contemplaciones con su maestro, amigo y vecino Carlos Moyà y lo despachó con un inapelable 6-1 y 6-3 en una hora y cuarto de juego. Nadal jugó demasiado concentrado y no dejó muchos espacios a Moyà, quien sólo en la segunda manga logró zafarse un poco de la asfixia que sufrió, equilibrando un poco el desigual juego.

Djokovic, por su parte, pasó a semifinales con una victoria sin mayores complicaciones por 6-2 y 6-3 sobre el español Albert Montañés y ahora tiene la posibilidad de tocar a Nadal, quien le lleva una ventaja de 6-3 en sus duelos personales.

El que se presenta imperturbable por esa lucha es el número uno, Roger Federer, que ayer entró a semifinales al deshacerse del español Fernando Verdasco con un doble 6-3 y sigue sin haber cedido una sola manga en el torneo hacia su quinta corona en Hamburgo. El debate entre Nadal y Djokovic "será interesante para los diarios, los aficionados, pero a mi, la verdad, no me preocupa mucho quién es el dos. Aunque tal vez sí, porque puede alterar el orden de las cabezas de serie para Roland Garros, pero en el fondo también eso da lo mismo", comentó Federer. El suizo tuvo que batallar más de lo esperado para doblegar la tenaz resistencia que le ofreció Verdasco, con su sólido juego desde el fondo. "Me sorprendió por la agresividad con la que jugó, me hizo trabajar mucho", comentó Federer.

Verdasco sufrió una seria lesión en el segundo set, cuando mejor estaba jugando "y hasta haciendo sufrir a Federer", según dijo. Terminó con el pie derecho vendado y según el médico del torneo, la herida en el tendón del tobillo lo dejará fuera de Roland Garros ya que tendrá "de 3 a 5 semanas" sin poder entrenar.