Si ya de por sí tiene mérito la gesta hecha realidad por el Sevilla, mucho más puede pensarse que debe valorarse por la abrupta transición en la cúpula de la sociedad tras los desagradables acontecimientos que sacudieron al club nervionense a finales del pasado año. El ingreso en prisión de José María del Nido dejó al Sevilla sin el presidente que formó las bases de la grandeza que hoy acumula la entidad.

Así, el presidente con el que el Sevilla reverdeció la gloria de los títulos en el siglo XXI y que comenzó la presente temporada con la elaboración, junto a Monchi, de la plantilla que alzaba el título en Turín también estaba presente en la mente de no pocas personas. Los que han trabajado codo con codo con el letrado sevillano no lo olvidaban. Unos lo hacían de cara al exterior, con mensajes públicos en camisetas como reconocimiento a su importante y decisiva labor, y otros lo hacían en la intimidad.

Evidentemente, sus tres hijos presentes en Turín se sentían orgullosos de la autoría de la obra por parte de su padre, artífice en gran medida del Sevilla de la modernidad, del Sevilla que ha ganado siete títulos en una década, algo inimaginable a la llegada de Del Nido a la presidencia en 2002. José María del Nido Carrasco, vicepresidente del actual consejo de administración y miembro del consejo ejecutivo, así como sus hermanos Miguel Ángel y Adrián realizaban el viaje de vuelta con alusiones y agradecimiento al ex presidente. Un hombre cuyo trabajo está detrás de todo lo vivido ayer por el sevillismo.