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Obsesión Champions

  • Trepidante El juego iba de un campo a otro para llegar en tablas al descanso con sendos goles ilegales Vuelco Cuando todo pintaba favorable, el Sevilla perdió por culpa del enésimo gol a balón parado

Aunque hubiese ganado, el sueño de dormir ya en Champions no hubiese podido cumplirlo el Sevilla, pero es que con la derrota vuelve a alejarse. Un gol de Lafita, el enésimo que el Sevilla encaja a balón parado, fue el que le dio los tres puntos a un Deportivo que se mostró muy vivo y con muchas posibilidades de escapar de donde está. Anteriormente, dos goles ilegales, uno en fuera de juego y otro de penalti inexistente, habían llevado al marcador unas tablas que no hubiesen sido injustas.

Estábamos ante una atípica tarde de marzo. Parecía más de fin de curso que de un tramo ya adelantando, pero lejos todavía de que se venda el pescado de la Liga. Era una noche de sábado febril por lo que se cocía en tres puntos tan dispares como La Coruña, Madrid y Huelva. Era la posibilidad de pegarle un vuelco a la clasificación y en el caso del Sevilla, el que más nos compete, hacer bueno el deseo de su presidente, que no era otro que el de pasar la noche del domingo ya en la cama muy confortable de la zona Champions.

Yendo por su proceso natural, resulta que la alineación del Sevilla es una sorpresa generalizada. Nadie ha dado con las ideas de Manolo Jiménez, pues entran en el equipo Lolo, que debuta en Primera justamente en el mismo rodeo donde lo hizo Sergio Ramos, es Kanoute y no Luis Fabiano quien empieza como acompañante de Kone y en el ala izquierda sale Duda y no Capel. Rotaciones a granel las de Manolo Jiménez, un hombre que hasta esta cita gallega no se mostraba muy propenso a los cambios sin causa mayor.

A la hora de autos se ve a un Sevilla muy en su papel, pero ante un rival que está convencido de que su vida pasa por ir a la cita con el poderoso Sevilla con el cuchillo en la boca. Y así se da un pleito muy de ida y vuelta, con el juego discurriendo por todas las zonas del campo. Pero el Sevilla es mejor y, además, ha encontrado el filón de siempre, el que se buscan a estribor Daniel Alves y Jesús Navas con su fútbol de vértigo y su compenetración que parece como si jugasen de oído.

Duda, Kanoute y Kone cuentan de ocasiones bastante asequibles de batir a Aouate. El gol se hace de rogar hasta que Maresca se aprovecha de una distracción de De Guzmán, le quita la pelota y se la pone por delante a Kanoute para que éste muestre una vez más su pericia ante el marco rival en posición más que dudosa. Van veinticinco minutos de juego y la noche promete, además el Barça gana a orillas del Manzanares y el territorio Champions parece más cerca, mucho más cerca.

Todo pinta muy bien, pero este Deportivo no da su brazo a torcer, Filipe apura a Palop en un tiro libre y al poco, minuto 34, se produce otra ilegalidad que va a subir al electrónico. Maresca se entretiene en el área, Bodipo le quita el balón, el sevillista reacciona, el guineano se tira y Muñiz se va como una flecha al punto de penalti. Ejecuta Wilhelmsson con solvencia y muy poco después le da la vuelta al marcador el Atleti en su pleito con el Barça, por lo que la noche ya promete mucho menos cuando se emboca una segunda parte con mucho de la Liga, por arriba y por abajo, en juego.

Ha sido esta primera fase muy entretenida y de muy buen ritmo entre dos equipos bien distintos. El Sevilla recitando su papel de superior, sabiéndose que hoy en día tiene muy lejos al Dépor, antigua bestia negra, pero los de Lotina no están muertos, andan muy por encima en juego y ánimo de lo que dicta la tabla, por lo que el pulso aparecía muy nivelado y el empate del intermedio no es ninguna injusticia, que injusto fue sólo la forma en que llegó, con dos ilegalidades que Muñiz Fernández se tragó en los errores nuestros de cada jornada.

Como se preveía, Jiménez le dio todo el segundo tiempo a Luis Fabiano en sustitución del goleador de la noche, con lo que se confirmaba lo de tener la vista puesta en lo del martes con los del Fenerbahçe. Y el Sevilla parecía tocar a rebato frente a un Deportivo que continuaba teniendo mayoría de jugadores detrás del balón y sólo Bodipo por delante. Lolo está punto de desnivelar el marcador pero su tiro a quemarropa es rechazado por uno de los muchos que defienden ante Aouate.

Pero el Sevilla no termina de dar con la tecla, de activar los resortes adecuados para ganar la partida, Luis Fabiano es menos cuando entra en frío, Kone no interviene para nada positivo, Jesús Navas se ha diluido y Duda no acierta en casi nada. Hace falta que salga Capel, pero lo que sale es una paloma del Deportivo en jugada estratégica que sorprende al sistema defensivo del Sevilla. Gol de Lafita, el Atleti golea al Barça y el sueño de Del Nido que comparte el sevillismo de dormir esta noche en Champions se hace inalcanzable. Posiblemente sea el síndrome Champions, lo que entretiene y obsesiona la gran competición continental, no sé, pero el Sevilla se volvió a dejar en el camino unos puntos que eran para él de todas, todas.

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