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Pérdida de ¿identidad?

  • El Betis nunca mostró las virtudes exhibidas hace tan sólo una semana tanto en la presión como en las transiciones · El cambio táctico tampoco ofreció soluciones

El Betis debe acudir otra vez al médico para remediar la amnesia que sufre siempre que puede salir del pozo. Los conceptos tácticos que pregona Paco Chaparro apenas se vislumbraron y el equipo no presionó con la eficacia exhibida en Montjuïc, ni tampoco realizó transiciones precisas como las de hace una semana. La identidad adquirida la perdió y vuelve a levantar las dudas de si verdaderamente alguna vez fue suya. Ni el cambio de sistema tras el descanso, colocando un 4-4-2, remedió los desajustes y el Betis fue un equipo impotente.

Defensa

La zaga verdiblanca se quedó 15 metros más retrasada que en el último partido, lo que dificultó la presión de los mediocampistas, que apenas robaban la pelota al rival, algo que realizó en contadas ocasiones. Los laterales sufrían en inferioridad por el sistema de juego del Deportivo, algo que provocó que Caffa y Edu tuvieran que aparecer en defensa más de lo habitual, mermando su capacidad ofensiva. Cuando el equipo se lanzó a la desesperada, aparecieron huecos a las espaldas de los centrales y sólo el acierto de Ricardo evitó la goleada.

Ataque

La distancia entre líneas también se producía cuando fue propietario del balón, lo que hacía prácticamente imposible el juego combinativo. Sólo Capi intentó enlazar con los delanteros, pero con más actitud que capacidad para sorprender. Pavone se vio obligado a jugar lejos del área, como le ocurriera en tiempos de Cúper, y ahí se pierde. La entrada de los suplentes no sirvió de revulsivo.

Virtudes

La actitud. El equipo nunca se entregó, pese a la falta de acierto en un mal día.

Talón de aquiles

Cuando no rinde al máximo, el Betis es un equipo con carencias. Por detrás en el marcador es nulo y se pierde en el campo.

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