Algún día tiene que cambiar la dinámica y hoy puede y tiene que ser el momento elegido. A este Cajasol le está pesando la responsabilidad por la falta de tablas en la categoría y el fiel reflejo aparece en los dos resultados que lleva en las jornadas celebradas en este inicio de la Liga Endesa: sendos trompicones contra el UCAM Murcia y frente al Caja Laboral. Los encargados de la parcela técnica hablan de que se entrena bien y se compite mal. Desde aquí se agrega que prácticamente no se ha competido, salvo que así se consideren el primer cuarto en el arranque en San Pablo y el segundo, tercero y cuarto en Vitoria cuando el pescado estaba vendido tras unos nefastos minutos al comienzo de la contienda.

Lo apunta el joven Joan Sastre en la víspera y no le falta razón. En el momento que el equipo convierta la angustia en diversión, buena parte del problema estará solucionado. Ahora bien, ¿cuándo ocurrirá eso? Más vale que pronto. En menos de un mes da el pistoletazo de salida en Cerdeña la Eurocup y entonces la plantilla tendrá que compaginar la competición continental con la Liga Endesa, doble ración de presión si el rumbo no se endereza.

A falta de experiencia, al menos que fluya el pundonor, la garra y la intensidad defensiva, virtudes de las que ha carecido el Cajasol; no en vano, ha recibido un promedio de 91,5 puntos, convirtiendo en flaco uno de los puntos fuertes en el pasado reciente con Joan Plaza: la retaguardia.

Los conceptos de Aíto García Reneses tardan en captarse, la cacareada juventud es un contratiempo, así como que los tres estadounidenses estén debutando en la ACB, pero ya es menos pretexto la incorporación a última hora de Satoransky, Tepic y Balvin. Hace un mes que aterrizaron en San Pablo y hay que exigir que den el salto adelante esperado.

El checo ha mejorado sus números respecto al trienio junto a Calloway, aunque el rendimiento del equipo no va acompasado con los destacados números del base checo. Su papel pasa más por la distribución que por la anotación, pese a que no esté demás que sume. Debe entender desde ya que su lento crecimiento en los años precedentes tiene que multiplicarse en esta campaña, que ha pasado de cabo a capitán por mucho que hasta final del presente mes no alcance los 21 años. A Tepic habrá que darle algo más de tiempo por llevar mucho sin ocupar la posición de director. No obstante, en el club insisten en que el trabajo diario en nada se parece a lo que luego se ve en el parqué.

Son seguramente la piedra angular de un proyecto que parte de la atípica planificación de dos bases de dos metros. Puede funcionar, claro, pero cuesta; más aún cuando uno era subalterno hasta hace poco y el otro lleva años sin actuar en dicho puesto. Ambos conocen su relevancia en el engranaje de la maquinaria y quizás eso también los esté maniatando.

También hay muchos ojos de la terna yanqui. Holland, el más completo de los tres, afirmación hecha por Aíto, no termina de cuajar, y algunos entendidos lo quieren cortar para que llegue precisamente un base que ordene y mande. Demasiado precipitado todo. En Francia no le resultó fácil adaptarse al principio y luego se fue a los 14 puntos de media. Se valoran sus capacidades ofensivas en el tiro y en el pase; sin embargo, todavía está por demostrarlas en un partido oficial. La ansiedad es su peor enemiga. A Buckman le salió su encuentro más redondo en el amistoso con el Estudiantes de la pretemporada. Llegó a 38 de valoración gracias al arsenal de rebotes que sumó. Algo así quiere Aíto que haga hoy cuando verdaderamente hay algo en juego. Asbury ha sido el mejor de ellos y aun así en las pruebas estivales se lo vio más suelto que en este arranque.

Todos los demás de la tropa, veteranos como Triguero y Bogdanovic e inexpertos como Balvin y Burjanadze, además de Sastre, que no es ni lo uno ni lo otro, tienen obligatoriamente que rendir más y mejor. Que los resultados lleguen ya y no haya que esperar una, dos o tres semanas más depende de todos ellos.

Enfrente hay un rival al que dominó en la pretemporada pese a acabar perdiendo casi sobre la bocina. El astuto Kirksay, con un inicio arrollador, y el resucitado English querrán hacer pupa a su ex equipo y tirarán de oficio para poner nerviosos a los cajistas. Ellos dos, el peligroso -tanto por dentro como en el tiro de tres- Germán Gabriel y un Jayson Granger que ha madurado muchísimo en el último año y medio son las principales bazas de Txus Vidorreta, el técnico que llevó a altas cotas a un Lucentum en quiebra la pasada campaña y que quiere recuperar la alegría en uno de los clubes legendarios de la ACB. El Estudiantes se salvó de la quema del descenso por problemas económicos de otras entidades y ahora tiene claro que no quiere volver a sufrir esa ingrata experiencia.