golf masters de augusta

Rahm peleó la machada

  • El vasco dilapidó sus opciones de ganar su primer 'major' al irse al agua

Jon Rahm se lamenta tras lamer la bola el hoyo en el 'green' del hoyo 6 en la última ronda del Masters de Augusta.

Jon Rahm se lamenta tras lamer la bola el hoyo en el 'green' del hoyo 6 en la última ronda del Masters de Augusta. / TANNEN MAURY / efe

Seve Ballleteros (1980 y 1983), Chema Olazábal (1994 y 1999) y Sergio García (2017). Jon Rahm, vizcaíno de 23 años -la misma edad que el legendario cántabro cuando se llevó su primera chaqueta verde-, peleó como un jabato por inscribir el nombre de otro español, el cuarto, en la nómina de vencedores del primer major de la temporada en la hierba del Augusta National, pero finalmente no pudo ser al arriesgar en el hoyo 15 y mandar la bola al agua cuando estaba con -12 a tres impactos del líder, el estadounidense Patrick Reed.

El jugador de Barrika, que terminó el torneo en cuarta posición, con -11, necesitaba una vuelta de órdago a la grande, ya que partía a seis golpes de Reed, pero el mítico campo de Georgia ejerce de bella y de bestia, en según qué casos. Pintaron bastos para el vasco después irse al obstáculo del agua en el 15, pero hasta entonces luchó duro por lograr el hito. Anduvo al acecho Rahm desde el comienzo, con dos aciertos en el 2 y 3 para recortar dos golpes al norteamericano. Resbaló en el 4, pero se recompuso en el 7 para mantenerse a tiro de cuatro. Le pudo pasar factura la decepción del 8, del que esperaba sacar algo positivo, y se tuvo que conformar con enlazar pares, magro botín para sus aspiraciones.

Aun así, el joven lo siguió intentando en los cuatro hoyos siguientes, pateando desde lejos para birdie; no le sonrió la fortuna y se mantuvo con -10 antes de los seis hoyos finales. Entonces se vino arriba el vizcaíno con dos sensacionales birdies en el 13 y el 14 para situarse a tres de Reed, que mandaba en solitario con 15 bajo par y tres banderas por delante. Pero llegó el hoyo 15, el que dio la gloria a Sergio García el año pasado -hizo eagle- y hundió el jueves al castellonense al acabarlo con 13 impactos, y Rahm fue a por todas. Se quedó a un palmo de que fuera un golpazo y aspirar al eagle; no fue así, bola al agua, bogey y adiós a las bonitas aspiraciones de estrenar su palmarés de majors.

La vicotria final fue para el norteamericano Patrick Reed (-15), que recuperó así la chaqueta verde para los estadounidenses e igualó la hazaña de su amigo y compatriota Jordan Spieth (-13), ganador en 2015, que quedó tercero.

Reed supo calmar sus nervios iniciales en la última jornada, mientras su compañero de partido, el norirlandés Rory McIlroy, no lo presionó al perder varias oportunidades claras de birdie. Quien sí atosigó a Reed, viniendo como una locomotora, fue el texano Jordan Spieth, que ya sabe lo que es ganar el Masters... y perderlo. El norteamericano iba camino de igualar o batir el récord del australiano Greg Norman y el zimbabuense Nick Price, que lograron en una ronda hacerle nueve bajo par al campo de Augusta. Spieth llevaba esa cifra tras el 17, tras una remontada espectacular que lo llevó a igualar con Reed con -14. Pero no pudo conseguir el par en el 18 y terminó con -13 total.

Luchó también con denuedo por conseguir su primer grande el estadounidense Rickie Fowler, compañero de partido de Rahm y que llegó al hoyo final con -13, a dos golpes de Reed, con posibilidades aún de asaltar el Masters.

Junto a Rahm había otro español en liza, el canario Rafa Cabrera Bello, que terminó el torneo en el puesto 38 con un total de +3 después de compartir partido con una eminencia del golf como Tiger Woods.

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