Ivan Rakitic protagonizó este miércoles por la tarde en el centro de Sevilla una imagen nada usual: un futbolista profesional contrayendo matrimonio a 48 horas de un derbi, pues suelen casarse durante las vacaciones de verano.

El suizo-croata, con permiso para no acudir al entrenamiento, lo hizo en el Ayuntamiento con su novia sevillana, Raquel, con la que ya espera descendencia. El centrocampista suizo, que concentró las lógicas miradas de los curiosos en la Plaza Nueva y los alrededores, se ha involucrado notoriamente con la idiosincrasia sevillana, especialmente en el último año.

Rakitic, el máximo asistente del equipo y el cuarto de la Liga, inauguró hace unos meses un bar en el barrio de Los Bermejales.