Al Real Madrid le falló el corazón y la puntería y acabó perdiendo ante un Fenerbahçe muy superior en los tres partidos de cuartos y que se clasifica con justicia para la Final a Cuatro de la Euroliga.

Jaycee Carroll anotó el primer triple del partido a los veinte segundos y cuando el Madrid se retiró a los vestuarios en el descanso esa era la única canasta de tres que seguía figurando en su estadística después de 13 intentos.

Privado de su mejor arma en ataque, el Madrid sufrió demasiado en ataque, lo que permitió al Fenerbahçe poner tierra de por medio en el marcador.

En defensa el Madrid sí respondió con nota. Bogdanovic no pudo demostrar su valía y tuvieron que ser Udoh, aunque sin ser tan dominador como en los dos anteriores partidos, Dixon y Kalinic los que llevaran las riendas de la anotación turca.

Tras el 9-5 inicial, el Madrid sufrió una primera pájara que le duró algo más de tres minutos y en la que aceptó un parcial de 0-8, 9-13. En el segundo cuarto, el equipo blanco tardó cuatro minutos en anotar la primera canasta, claro que el equipo otomano tampoco estuvo mucho mejor. El parcial de 2-4 fue raquítico. Pobre balance en un equipo dormido en esta primera mitad.

La segunda parte comenzó igual que la primera. Siguieron los fallos en el tiro, incluso desde la línea de personal, y el Fenerbahçe aprovechó este nuevo parón local en la anotación para colocar otro parcial, esta vez de 0-14 (32-44), que sembró de negros nubarrones el porvenir del equipo blanco.

El Real Madrid intentó ponerse en modo remontada épica, pero, privado del triple, se volvió un equipo mucho más vulgar, y al final del tercer cuarto llegó con un 40-54 en contra más que preocupante.

El Madrid intentó acabar con honor y tres triples seguidos, dos de Llull y una de Carroll, pusieron ese puntito de esperanza en la grada con 58-66 que la calidad de Datome y Bogdanovic, en particular, y la de todo el Fenerbahçe en general se encargaron de frenar en seco. El Madrid no podrá por tanto defender título en la Final a cuatro de Berlín.