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Recuperar el compromiso

  • Chaparro potencia los conceptos futbolísticos del equipo ante la visita del líder: líneas juntas, presión y salidas rápidas · El plantel almuerza sin el cuerpo técnico y realiza un análisis autocrítico

Se halla el Betis en una semana compleja y no sólo por recibir el sábado al líder de la Liga. Las dos derrotas consecutivas cosechadas frente a Deportivo y Valencia han hecho mella en el entramado verdiblanco e incluso en el entorno, desde donde han surgido voces que cuestionan los planteamientos de Paco Chaparro, el hombre que sacó al equipo del cieno y que le devolvió la dignidad en base a un trabajo adecuado y con resultados positivos.

Pero es el técnico de Triana el único que no ofrece síntomas de debilidad en estos instantes. La nerviosera no le va a llegar y, de hecho, se afana esta semana en que su plantilla recupere el compromiso de los compases iniciales para salvar una nueva situación delicada.

Y, labor psicológica al margen, que ésa debe permanecer en secreto para evitar los choteos que provocó en los más frívolos el Resistiré, el entrenador del Betis no cesa en su labor de reforzar los conceptos futbolísticos del equipo, algunos de los cuales se emplearon de manera defectuosa o insuficiente en los últimos compromisos.

El catecismo de Chaparro es ya conocido, pero el futbolista es proclive a distraerse y el entrenamiento se diseñó sobre todo para enseñar con la base de la insistencia. Así, en estos días quiere dejar muy claro a sus futbolistas que la presión al rival debe ser mucho más contundente para tener opciones de contraataques rápidos.

También ha hecho algunos ajustes el técnico en la línea de presión, como puede observarse en los entrenamientos. Jugar con la zaga adelantada no quiere decir situarla en el centro del campo ni abusar del fuera de juego. Chaparro ha marcado bien las distancias: quiere que el equipo juegue con las líneas unidas, ocupando el espacio existente entre el banquillo, donde se ubicaría la zaga, y pasado el círculo central la primera línea de presión.

Otros dos puntos han merecido la insistencia del preparador heliopolitano. El primero es la finalización de las jugadas, ya que los balones perdidos en ataque provocaron acciones a la contra del Valencia. El segundo, relacionado con éste, atañe a las faltas tácticas, tan escasas y necesarias cuando no sea posible lo anterior.

Mientras sobre el césped el equipo trabaja la táctica una y otra vez, no menos importante es que la convivencia sirva para que el compromiso por el Betis sea máximo. La plantilla lo ha entendido así y ayer almorzó en solitario en un restaurante aljarafeño para ejercer la autocrítica y decirse las cosas a la cara.

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