Getafe - Betis · informe técnico

Rubén es más Rubén con Jorge

  • El reajuste de Mel, llevando al delantero canario a la banda con otro punta a su izquierda, hace aún más bueno el balance atrás.

La figura de Pepe Mel crece y crece a los ojos de la afición bética. Y también de los seguidores de todo el fútbol español. Ayer volvió a dar una lección de estrategia con su retoque táctico cuando el Getafe se animó a dar el paso adelante y el ímpetu defensivo de la pareja Juan Rodríguez-Xavi Torres había bajado un punto. Era el momento de buscar los tres puntos con el ideario que golpe a golpe, forja a este Betis que ha surgido de las catacumbas para alimentar su sueño europeo: Rubén Castro es más Rubén Castro con un delantero a su lado que si actúa como única punta de lanza. Siempre de delantero el canario, es cierto. Pero si parte de la banda para buscar la portería, sea en un desmarque a la espalda, sea en una triangulación, allá que va. Si el socio de andanzas es Jorge Molina, incluso es más probable que las escaramuzas acaben con un final feliz. El dúo juega de memoria, como demostraron en el 0-1 y el 1-3. También Salva Sevilla habla ese mismo idioma: juego al espacio y el camino más corto hacia el gol.

Defensa

No adelantó el Betis la línea de cuatro todo lo que quisiera. Es lo que suele ocurrir cuando las transiciones defensa-ataque generan pérdidas constantes, como fue lo que sucedió a menudo en los verdiblancos. No obstante, el sistema de contención de Mel, con los mediocampistas muy generosos y concentrados a la hora del repliegue, logró desactivar el juego entre líneas del emergente Barrada. Fue la ventaja de tener a Beñat más cerca de Cañas que de Salva Sevilla.

La vía de peligro del Getafe radicaba casi exclusivamente en el golpeo de Pedro León.

El gol del empate hay que anotárselo más a la genialidad de Alcácer que a un fallo bético.

Ataque

En la primera mitad, con Beñat más pendiente de apoyar a Cañas que de conducir los ataques y los medios del Getafe más frescos, al Betis le costó salir. Los laterales apenas subieron y los extremos hicieron actuaron con poco dinamismo. Todo cambió con el baile de piezas que ideó Mel. El Betis fue otro desde entonces. Además, ya sin Juan Rodríguez en el campo, Salva Sevilla aprovechó el pasillo central.

Virtudes

Sin la pelota apenas padeció. Y fue paciente para esperar su momento arriba: Rubén Castro y Beñat desequilibran con su calidad. La efectividad en las llegadas fue inaudita.

Talón de Aquiles

El juego plano de la primera mitad.

Uno a uno

Adrián.En el empate del Getafe hizo lo que tenía que hacer, salir a tapar ángulo: era más previsible que Alcácer buscara el control de esa pelota larga que tocar de primeras con la habilidad que lo hizo. Antes, respondió a varios misiles de Pedro León.

Nelson. Buen partido defensivo, sin dejarse ganar la espalda y muy encima del rival. 

Paulao. A balón parado siempre emergió su cabeza salvadora ante los buenos centros de Pedro León. En ataque no apareció esta vez. 

Perquis. Un fallo de bulto al llegar tarde al cruce, fuera de su zona, en la incursión de Pedro León que acaba en la clara ocasión que falla Álvaro Vázquez. El sistema de contención agradece su sobriedad. 

Álex Martínez. Rápido y con conceptos defensivos, acudiendo a apretar o replegándose cuando lo pedía la jugada. Pedro León sólo lo intentó desde lejos.  

 

Cañas. No concedió tráfico por dentro: Barrada apenas apareció entre líneas. Tampoco Diego Castro.   

 

Beñat. No terminó de embarcarse en el juego de ataque aunque sin la pelota se dejó el alma, como siempre. Sin resuello, iba a ser sustituido... pero tuvo una falta ideal y la aprovechó. Golpeo de crack.

 

Salva Sevilla. Cuando Rubén Castro le abrió líneas de pase desde la derecha creció su fútbol. Vital su último pase. 

 

Campbell. No se encontró cómodo nunca.

 

Rubén Castro. Fue otro cuando Mel lo ubicó como falso extremo: ahí se buscó el pasillo hasta el gol. 

 

Juan Carlos. Lo mejor, su acción que forzó la falta que aprovechó Beñat.

 

Jorge Molina. Clave su entrada para ahormar los ataques béticos. De espaldas y de frente.

 

Rubén Pérez. Hacía falta su oxígeno en el medio.


Nacho. Salió para aguantar atrás.

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