Rafael Nadal y Fernando Verdasco, que se encuentran en la ronda de cuartos de final, son los únicos supervivientes españoles en el Abierto de China tras la jornada de ayer.

En el partido estrella del día, Nadal, cabeza de serie número 1, derrotó en tres maratonianos sets (7-5, 6-7 y 6-3) al estadounidense James Blake. El balear tuvo que emplearse a fondo para vencer al número 24 del ranking ATP, uno de los pocos jugadores del circuito que hasta ahora tenía ventaja en los duelos directos con el mallorquín (tres victorias a dos).

"He estado jugando a un nivel bastante alto todo el rato y estoy feliz por eso. Quitando los cuatro o cinco primeros juegos del tercer set, creo que el resto del partido estaba jugando como para ganar", opinó Nadal.

El número dos del mundo se enfrentará en cuartos de final a Marat Safin, quien se deshizo del chileno González en dos sets (6-3 y 6-4). Hasta doce saques directos anotó el ruso para derrotar a González, que no pudo hacer mucho para devolver los misiles que le llegaban.

El catalán Tommy Robredo, por su parte, cedió ante el gigante Soderling, sexto cabeza de serie por un doble 6-3. En el cuadro femenino individual, María José Martínez Sánchez, única representante española que quedaba, dijo adiós a manos de la polaca Agniezska Radwanska (4-6, 6-4 y 6-2).

Pero Nadal también tuvo tiempo para opinar sobre la polémica generada con la sede de la final de la Copa Davis y criticó la división existente entre los propios tenistas.

"Yo no digo, ni no a Barcelona, ni sí a Valencia, ni no a Valencia y sí a Barcelona. Este tipo de declaraciones no ayudan para nada al equipo porque al fin y al cabo, es un equipo, y yo creo que lo que nos deberíamos de dedicar los jugadores es a jugar, no a opinar dónde tiene que ser la final o dónde no tiene que ser. Parece que Feliciano (López) y (Fernando) Verdasco han hecho un poco la guerra por su cuenta con Madrid. Nadie nunca ha dicho no a Madrid y ahora parece que los demás no queríamos ir a Madrid", concluyó el balear.