El Salvador conquistó la Copa del Rey tras ganar al vigente campeón, el VRAC Quesos Entrepinares (13-9), tras un partido igualado que se disputó en un repleto estadio José Zorrilla, al que acudieron más de 25.000 personas.

El primero en golpear fue el cuadro chamizo que, por medio de Sam Katz, inauguró el marcador tras una transformación por golpe de castigo en el minuto 10. Eso dio alas a su equipo, que buscó ampliar la renta, si bien la defensa del Quesos se mostró muy seria e impidió cualquier opción de ensayo de los colegiales.

No tardó el VRAC en reaccionar y, de la mano de Griffiths, primero igualó el marcador para, dos minutos después, ponerse por delante (3-6) en el 29. Comenzó entonces un asedio sobre la línea de 22 del conjunto azulón, ante el que se tuvo que emplear a fondo la defensa del Chami.

Tras la reanudación se mantuvo el equilibrio en los primeros compases, si bien El Salvador mejoró notablemente en la faceta ofensiva y comenzó a desplegar su juego a la mano, lo que le permitió obtener el primer ensayo del partido en el minuto 62, de manos de Alberto Díaz, que completó Katz al transformar.

El Quesos no bajó la guardia y tres minutos después recortó diferencias con una nueva transformación tras un golpe de Griffiths. A partir de ese momento, el Quesos intentó seguir remontando, pero El Salvador se plantó bien en su zona para impedirlo.

No hubo más opciones. El Salvador logró conservar su ventaja hasta el final para adjudicarse su séptima Copa del Rey.