Pádel de alta escuela, la élite de este deporte, el segundo más practicado de España tras el fútbol, se reúne en San Pablo desde ayer con las 32 mejores parejas del mundo, a excepción de la número 1, Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguin, por lesión del segundo, en la quinta edición de los Internacionales Ciudad de Sevilla-Trofeo Padelmanía, que por tercera vez consecutiva gozará de un marco espacioso para deleite de los aficionados que se acercarán al recinto donde habitualmente juega el Cajasol.

San Pablo se viste de palas hasta el próximo domingo, cuando a las 12:30 empiece la final entre las dos colleras más brillantes de este torneo con una dotación económica de 40.854 euros, 8.579 de ellos para los vencedores.

Con María del Mar Sánchez Estrella, delegada de Cultura, Educación y Juventud del Ayuntamiento de Sevilla, dando el pistoletazo de salida al evento, ayer se hizo la presentación a los medios con dos de los jugadores que optan a llegar a la finalísima en el complejo de la avenida Kansas City: el sevillano Paquito Navarro y el argentino Daniel Sanyo Gutiérrez. También alabó las bondades del torneo Pablo Neira, consejero delegado de Vision Projects & Events, la empresa organizadora.

Sánchez Estrella destacó que "el año pasado hubo más de 3.500 asistentes para ver en directo esta cita y esperemos que vayan más aún", recalcando que "Sevilla se convierte en la capital mundial del pádel". Le pasó el testigo la delegada a Neira, quien se refirió a la "gran expectación" que reina en la ciudad -"el evento está en la calle", dijo- cada vez que los mejores jugadores del mundo compiten aquí. Además, apuntó que "el campeonato estará más abierto al faltar la pareja número 1 del mundo".

Paquito Navarro, feliz por jugar en su tierra, "aunque no se me da especialmente bien", enfatizó en que "el pádel sigue creciendo en nuestro país a pesar de la crisis, lo que muestra la magnitud de este deporte; espero hacerlo bien porque estamos haciendo un buen año". Sanyo Gutiérrez, que ha ganado dos torneos del circuito y es segundo cabeza de serie, expresó "el orgullo de jugar en Sevilla, una ciudad que entiende de pádel".