Baloncesto l Cajasol

Sangre fría para las rúbricas

  • El Cajasol sigue paciente en pos de que los jugadores que interesan, San Emeterio, por fuera, y Trias, Massey o Asselin, por dentro, logren desvincularse de sus clubes

Desde que Juan Llaneza tomó el mando, con la crisis económica en pleno apogeo, en el Cajasol se dieron las pertinentes consignas para que la paciencia presidiera las distintas negociaciones que pretendía acometer el club y no apresurarse en los movimientos, al objeto de abaratar las incorporaciones. Salió cara la moneda con Calloway y existe el convencimiento de que manteniendo la calma, la sangre fría a 12 días para que los jugadores lleguen a Sevilla y a 13 para el inicio de los reconomientos médicos, las manzanas caerán por su propio peso.

Quedan tres posiciones por cubrir, al solicitar Joan Plaza una plantilla corta a expensas de contar con los chavales Sastre y el aún no anunciado Satoransky -la FIBA no ha dado aún el permiso del tránsfer, pero no habrá problemas cuando cumpla 18 años-, y el Cajasol ya tiene sus ofertas realizadas. No le toca mover ficha, salvo para el puesto de escolta, que después del sondeo por Erdogan volverá a ser un estadounidense.

Los jugadores a los que sigue los pasos tienen contrato. Hay fuentes cercanas a Fernando San Emeterio que confirmaron ayer que acabará jugando en San Pablo, pero tiempo al tiempo. Desde Vitoria se lanza el mensaje de que está todo parado sobre la salida del cántabro, con el firme propósito de tensar la cuerda y no indemnizar al jugador, pese a los dos años de contrato que le quedan en el Baskonia. Eso está en manos de sus agentes, no de un Cajasol que tiene acordada ya su llegada, aunque sabe que con Josean Querejeta, presidente de los alaveses, hay que ser cauto dadas sus habilidades negociadoras.

El ala-pívot titular lleva dando unos quebraderos de cabeza de aúpa. La insistencia por Jankunas, el hombre ideal en los planes de Plaza, no surtió efecto y el báltico no se arrimará por San Pablo, salvo cuando la próxima semana dispute con su selección, Lituania, el cuadrangular junto a España, Eslovenia y Gran Bretaña. Descartado definitivamente el jugador del Zalgiris, aparecen otras alternativas jugosas, aunque en la misma situación que San Emeterio.

Llaneza no esconde su debilidad por Jordi Trias, por quien siente predilección desde hace años. El Barcelona puede que lo suelte. O no. El Caja echa números por si le cuadran las cuentas y el MVP de la última Copa del Rey celebrada en Málaga quiere venir. Lo mismo pasa con Jeremiah Massey. No seguirá en el Real Madrid, pero tiene otro año firmado. A los sevillanos no les disgusta, pero no bajo las condiciones actuales. Josh Asselin, un cuatro y medio, como se dice en el argot, también agrada, aunque el Manresa, que ha picoteado en las salidas de Guillem Rubio, Javi Rodríguez y Serge Ibaka, quiere hacer más caja, mientras en el Caja no piensan pagar y sí esperar.

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