La indignación por la reyerta que provocó un grupo de radicales del Sevilla el viernes pasado al término del amistoso con la Roteña no se ha enfriado con el paso de las horas. La mejor muestra de ello es que el Sevilla ha suspendido la renovación de abonos de la grada baja de Gol Norte, hasta que el consejo de administración, que se reunirá mañana de manera extraordinaria, apruebe medidas de control sobre los abonados más radicales. Así lo anunció anoche el club a través de su web.

El consejo estudiará mañana la adopción de medidas propias para extremar el control sobre los aficionados que se sitúan en la zona central de esa tribuna. Según la escueta nota, se suspende "de manera provisional la renovación de abonos en la grada baja de Gol Norte, a la espera de las decisiones que va a estudiar y adoptar el consejo de administración en su reunión del próximo miércoles al objeto de extremar el control de acceso y comportamiento de los abonados que se sitúen en la grada baja central de esta zona del estadio. El club adoptará medidas motu proprio con el único objetivo de evitar incidentes, las reiteradas multas de que ha sido objeto y toda clase de comportamientos antideportivos".

José María del Nido continúa abochornado por la pelea y por cómo se produjo la misma, dado que los ultras sevillistas abusaron de la fuerza que les daba su superioridad numérica. El propio presidente tuvo que salir escoltado del estadio Arturo Puntas Vela por la Policía Nacional, dada la tensión que se estaba viviendo en los aledaños del recinto, y esa situación se le ha quedado marcada al dirigente.

El club estudiará el modo de zanjar los problemas que viene dando últimamente un grupo de radicales y entre las medidas severas estudiará la prohibición de acceder al Ramón Sánchez-Pizjuán en los partidos del equipo, aunque no es algo tan sencillo. Pese a que hubo heridos, no hubo detenciones ni denuncias.